La enfermedad de la garrapata en perros sigue siendo una de las infestaciones parasitarias más comunes. A pesar de la existencia de numerosos tratamientos eficaces, no deja de ser una afección preocupante. El hecho es que este parásito puede hacer que tu perro enferme seriamente.
Y no solo eso, este bicho es capaz de abandonar a su anfitrión y trasladarse a un ser humano. En este caso, muchas de las enfermedades que ocasiona o transmite llegan a afectar a las personas con las que tus animales conviven. En Europa, es el vector principal de transmisión de enfermedades al ser humano.
¿Qué son las garrapatas y cómo afectan a los perros?
A pesar de que nos referimos habitualmente a este problema con la expresión enfermedad de la garrapata, el parásito no es tal enfermedad. Entonces, ¿Qué es la enfermedad de la garrapata en perros? En realidad, el huésped es el agente que la transmite al anfitrión y la afección no es única, sino que puede derivarse en otras enfermedades comunes.
Debes saber que la garrapata no es un insecto, pero sí es un parásito que se alimenta de la sangre de un animal. Más concretamente, es un arácnido, y existen unas 850 variedades. No todas transmiten afecciones severas, pero es importante tomar conciencia de ellas.
Lo que sí es muy habitual es que provoquen infecciones, sobre todo si se manipulan o extraen de manera incorrecta.
Este arácnido abunda entre la hierba, el pasto seco y la maleza, donde permanece a la espera de que pase un animal para subirse, literalmente, a él. No salta ni vuela, aunque si es posible que se desplace caminando hacia su anfitrión, que en este caso puede tratarse de tu perrete.
Una vez en él, proyecta un anestésico local mediante la saliva y muerde. El animal ni se entera, si acaso un leve picor, y comienza a chupar la sangre. Es en este proceso cuando este huésped inocula algún patógeno en el anfitrión.
El problema es que, al no provocar picor, muchas veces eres incapaz de detectar la infestación. Tu animal apenas se rasca o se molesta, no es como las pulgas, y tardas en verlo. Un perro es capaz de tener abundantes arañuelos y no verlos ni notar nada extraño, hasta que empieza a presentar síntomas de que algo ocurre.
Enfermedades comunes transmitidas por garrapatas
A pesar de lo que hemos expuesto en la introducción, no queremos sembrar una alarma innecesaria, sí la prevención y la prudencia. Pero según datos de la fundación IO, especializada en el campo de las afecciones infecciosas, la propagación de ciertos padecimientos por este arácnido no es despreciable.
Solo en Polonia, en abril de 2023 se han notificado 2753 contagios de enfermedad de Lyme y 47 de encefalitis. Estas cifras duplican los casos de 2022 en la de Lyme, y cuadruplican los de encefalitis.
La misma fuente viene recogiendo noticias sobre el fuerte incremento de poblaciones de arañuelos en España en los últimos años. Es el caso de Lugo o determinadas zonas de Cataluña; y los mismos resultados se vienen apreciando casi en toda Europa.
Debes saber que las garrapatas transmiten más de 50 tipos de afecciones distintas y portan más de 80 virus que pueden contagiar a tu animal y a los seres humanos. Las condiciones de sequía, con abundantes pastos secos, favorecen el incremento de las colonias existentes.
Entre las enfermedades más comunes que transmiten están las siguientes:
- La erliquiosis.
- La fiebre de las Montañas Rocosas.
- La anaplasmosis.
- La piroplasmosis.
- La babesiosis.
- La enfermedad de Lyme.
- La hepatozoonosis.
De todas ellas, la primera es la más común y tiene dos variantes que pueden afectar a los glóbulos blancos o a las plaquetas. Si un arañuelo cargado de Ehrlichia muerde a un anfitrión sano, lo contagia de forma inmediata.
A pesar de todo, debes considerar que, aunque hay tantos males que transmiten, existen 850 especies de estos arácnidos, por lo que muchas son inocuas. De cualquier manera, aun en el caso de no ser transmisoras, una exposición prolongada e intensa a la infestación llevará a una anemia severa.
El Pastor alemán de pelo largo es una raza propensa a las garrapatas debido a su pelaje abundante, lo que lo convierte en un candidato ideal para una cuidadosa atención y prevención de estas plagas parasitarias.
Síntomas de la enfermedad transmitida por garrapatas
Existiendo tal variedad de afecciones posibles, los síntomas de la enfermedad de la garrapata en perros son también muy variados. Irán desde una simple fiebre a la parálisis, pero en muchas ocasiones tardarás en detectarlos. Entre los más señalados están los siguientes:
1. Fiebre y debilidad generalizada
Es uno de los primeros que se presenta. Lo notarás, sobre todo, en su estado anímico. La fiebre provoca un decaimiento generalizado del metabolismo que se traduce en una inmediata debilidad. A tu perrito le cuesta moverse, lo ves apático, sin ganas y a duras penas se pone en pie.
2. Pérdida de apetito y peso
La pérdida del apetito es otro de los síntomas apreciables que detectarás antes. Suele estar asociada al cuadro febril, pero aun no existiendo este, es posible que sobrevenga. Si tu compañero es de los que come poco habitualmente, o con desgana, puede pasarte desapercibido. Por eso, entre otras cosas, es tan interesante una buena alimentación natural de perro, palatable y suculenta.
Con el tiempo notarás que tu perro ha perdido peso. Sin embargo, esto no siempre está asociado directamente a la falta de apetito. A menudo viene derivado de la anemia que hemos mencionado antes. Varios huéspedes alimentándose de la sangre de su anfitrión, por un tiempo prolongado, pueden fácilmente provocarla.
3. Cojera y dolor articular
Si bien un estado anémico no tiene por qué corresponderse con un cuadro infeccioso, la cojera y el dolor articular son claros indicios. Es muy posible que tu animal esté infectado por una de las afecciones más comunes o cualquier otra variedad.
En definitiva, estos dolores y cojeras son similares a los que tú sufres cuando padeces una gripe. Son fáciles de identificar, pero cuando aparecen suelen ser síntomas de un estado avanzado del padecimiento.
¿Cómo prevenir la infestación de garrapatas en perros?
Sin duda, la mejor medicina para evitar las infecciones es la prevención. Solo evitando que estos parásitos no se suban a tu compañero, tendrás la garantía de que está a salvo. Lo que sucede es que esto, a menudo, es algo realmente complicado. El simple contacto con otros animales infestados o un paseo por el campo, lo exponen a ese riesgo.
Es evidente que no puedes encerrarlo entre cuatro paredes; esto sería peor. En muchos casos, lo tendrás suelto en una finca llena de hierba seca en verano. En otros, en tu jardín, y aunque esté verde, esplendoroso y cuidado, no está exento de albergar una población de estos pequeños habitantes. Pero, en cualquier caso, lo que es seguro es que lo sacarás a pasear y a relacionarse con otros congéneres. La mayor proliferación de estos parásitos se produce de mayo a octubre.
¿Qué tienes que hacer, entonces, para prevenir que se convierta en anfitrión?
1. Examinar al perro regularmente para detectar garrapatas
Esta es, sin duda, una excelente medida. Puedes aprovechar un baño, aunque es mucho mejor que realices una inspección diaria si el riesgo es alto. Depende fundamentalmente de las condiciones habituales en las que viva.
Estos bichos prefieren las pieles superficiales y accesibles. Cerca del cuello, las orejas o el perineo suelen hallar su hábitat preferido. Es allí donde más fácilmente las encontrarás. Sin embargo, tampoco son descuidadas y evitan las zonas de más fácil acceso a rascarse. Lo aconsejable es que hagas regularmente una buena exploración de tu amigo, apartando bien el pelo en el sentido contrario a su crecimiento.
2. Utilizar productos repelentes de garrapatas
Aunque la exploración sea una buena prevención, no evitará que tu animal sea infectado si detectas el parásito y este es transmisor. Una vez que muerde, el mal posible se transfiere sin solución.
Los collares y pipetas suelen ser efectivos para evitar el arraigo, pero a veces no lo suficiente para ahuyentar a las garrapatas. Estos arácnidos se caracterizan por ser muy resistentes y lo que ahuyenta a otros, como a las pulgas, no les disuade de invadir a tu animal. Asegúrate de que el método que utilizas para desparasitar es efectivo para este tipo de invasores.
3. Mantener el área de descanso del perro limpia y libre de garrapatas
Esto, que parece muy sencillo y eficaz, no lo es tanto cuando están en el campo, en unas perreras o son de caza. Muchos propietarios emplean paja seca como cama en estas situaciones. Otros, virutas o serrín. Esto es algo así como echarles los invasores en su colchón y por eso son tan frecuentes en estos animales.
Si este es tu caso, es conveniente cambiar los hábitos y utilizar productos desinfectantes específicos que acaben también con las larvas. Sin embargo, si convives con tu compañero en tu casa, es mucho más sencillo asegurarte de que sus zonas de descanso estén exentas de riesgo. Una simple inspección ocular suele bastar.
4. Evitar zonas con alta presencia de garrapatas
Como hemos visto, los arañuelos tienen sus hábitats preferidos entre las malezas, los pastos y los cardos. También en los macizos de plantas y la hierba. Si evitas que él corretee por zonas así, mucho mejor. Si lo hace, no olvides llevar a cabo una buena inspección tras el paseo.
Lo mismo ocurre cuando son de caza o eres aficionado a actividades de montaña, senderismo y similares, es casi inevitable que tu compañero de correrías se exponga.
¿Cómo eliminar garrapatas en perros?
En este punto, como consejo general, hemos de decirte que huyas de las leyendas urbanas tanto como de los remedios caseros. Como segunda recomendación, e igual de importante o más, si extraes la garrapata, has de asegurarte de que sale entera, con su cabeza íntegra. De otra forma, se puede producir una grave infección.
1. Utilizar pinzas o ganchos especiales para extraer garrapatas
La utilización de unas pinzas adecuadas y guantes es imprescindible. Hay también algunos ganchos específicos y útiles especialmente diseñados para este menester que facilitan mucho la operación.
En cualquier caso, debes asegurarte de extraerla íntegra. Para ello, la mejor forma es sujetarla firmemente por el abdomen y tirar de ella lentamente. No la gires o retuerzas, ya que esto facilitará que se parta y su cabeza quede adherida a tu animal. Tampoco debes presionarla con exceso, para evitar que se reviente y el líquido se esparza sobre la piel.
A menudo se suelen aplastar o quemar para asegurar su muerte. Sin embargo, nosotros te recomendamos que las guardes en un papel húmedo en un frasco de cristal. En caso de que tu compañero haya contraído una infección, el análisis de su transmisor facilitará el diagnóstico y su tratamiento.
2. Evitar el uso de remedios caseros o productos tóxicos que puedan dañar al perro
Vinagre, aceite, fuego… Son numerosos los remedios que se divulgan de forma popular. Más lo son hoy, a través de las redes y de los buscadores de Internet. Lo cierto es que, utilizando estos remedios, es posible dañar seriamente la piel y el pelo de tu perro. Aquí ni siquiera los vamos a detallar para evitar cualquier confusión. Solo te diremos que evites seguir cualquier recomendación de cualquier amigo o conocido, sobre estas panaceas.
3. Llevar al perro al veterinario si la infestación es muy severa
En los casos más serios de infestación, lo más aconsejable es que acudas a tu veterinario habitual. Él sabrá garantizar una limpieza correcta y exhaustiva de tu animal. Al mismo tiempo, observará su estado y sintomatología, y podrá determinar si existen infecciones, enfermedades o anemia. Te llevarás de allí a tu compañero limpio y con un tratamiento para la enfermedad de la garrapata en perros adecuado.
Conclusiones y recomendaciones finales sobre las garrapatas en perros
Como has podido ver, el problema de estos parásitos trasciende al propio afectado. No es infrecuente que la infestación se extienda a otros animales que conviven con él o, incluso, a las personas.
¿Tiene cura la enfermedad de la garrapata en perros? Las consecuencias de estas plagas suelen ser graves. A menudo desembocan en padecimientos de importancia, como la encefalitis. Algunas pueden provocar efectos irreversibles, otras, parálisis y, en ocasiones, la muerte. A veces, aunque la enfermedad se trate, no tendrá cura y tu amigo pasará a ser portador de por vida.
La prevención o profilaxis es el mejor remedio, pero a menudo no es tan fácil evitar a tu animal todas las posibilidades de que el huésped lo invada. Una revisión de tus hábitos, unida a las regulares inspecciones y el uso de antiparasitarios adecuados, es el mejor camino para tener cierta tranquilidad.
Dado que estos bichos menudos son a veces difíciles de detectar, no olvides que anestesian y apenas producen picor; debes estar atento. Síntomas como el decaimiento o los dolores articulares son buenos indicadores. Si los aprecias, es conveniente que indagues en tu can y busques bajo su pelo en los lugares preferidos del invasor.
En los casos en que ya tu compañero se ha convertido en víctima de la enfermedad de la garrapata en perros, la eliminación de estas ha de ser completa e higiénica. Debes seguir las pautas correctas para su extracción, observar su sintomatología y acudir al veterinario ante cualquier duda o necesidad. Y no olvides que la pérdida de apetito es uno de los signos evidentes más importantes. Para poder detectar bien que tu compañero no come a gusto o come menos, es imprescindible conocer su consumo habitual. También, que su comida le agrade.
Preguntas más frecuentes
¿Son de verdad tan preocupantes las garrapatas?
Para saberlo tendríamos que preguntarnos si tiene cura la enfermedad de la garrapata en perros. La realidad es que sí, pero llega a provocar padecimientos graves de consecuencias irreversibles y largos tratamientos.
¿Se puede contagiar a las personas?
La mayoría de las afecciones que inocula el parásito se transmiten al ser humano y el tratamiento para la enfermedad de la garrapata en perros puede ser verdaderamente complicado. A veces es puramente paliativo, solo contiene la afección que permanecerá toda la vida.
¿Es normal que a mi perro le invadan estos parásitos?
Lo cierto es que es más habitual de lo que parece. La frecuencia puede aumentar dependiendo de tus costumbres, el hábitat o la estacionalidad. También de condiciones ambientales y meteorológicas que propicien el aumento de las colonias. Esta expansión la estamos viendo en los últimos años en Europa. El aumento de las temperaturas y la sequía son sus grandes responsables.
¿Es difícil detectar los síntomas de una infestación por garrapatas?
Los síntomas de la enfermedad de la garrapata en perros no son tan difíciles de detectar, aunque pueden tender a confundirse. Al no producirse un picor que le mueva a rascarse, solo verás los síntomas aparecer progresivamente. Como muchos de ellos son comunes a un malestar de cualquier índice, podemos tardar en descubrir que es el parásito quien los provoca.
¿Funcionan los antiparasitarios y los collares?
Mucho mejor que no aplicarlos. Sin embargo, no todos son eficaces y específicos para arañuelos. Asegúrate, como lo haces con su comida, de que son los adecuados y de calidad. Ten en cuenta que este arácnido es muy resistente y pocas cosas le disuaden o le alejan de su apetito.
¿Cuándo es más frecuente el contagio?
Si atiendes qué es la enfermedad de la garrapata en perros, verás que más que de un contagio deberíamos hablar de asalto. Aunque su estacionalidad se sitúa en el punto álgido entre mayo y octubre, los cambios en el tiempo la prolongan. Dependerá mucho del entorno en que viva tu perro, de la meteorología y de la abundancia de refugios para las colonias de parásitos.