El perdiguero portugués es una raza que, a menudo, se confunde con un labrador de mediano tamaño. Sin embargo, cuenta con características tan especiales que no podrían pasar por alto, como su temperamento inteligente y enérgico. En este artículo te desvelamos todo acerca de sus cuidados, su alimentación y su forma de ser.
Características del perdiguero portugués
Esta es una raza canina de tamaño mediano, que se encuentra dentro del rango de altura de 50 a 57 centímetros y con un peso de 16 a 27 kilogramos. Con un aspecto atractivo y elegante, posee un pelaje denso, rizado y grueso, que puede presentar diversos colores, incluyendo marrón, negro, amarillo y blanco. Esta peculiaridad les da una apariencia única y estética.
Durante décadas, se ha apreciado de manera considerable el carácter del perdiguero portugués. Es especialmente conocido por su experiencia en la recuperación de aves acuáticas, gracias a su excelente olfato y capacidad para natación. Hoy en día, es muy popular para llevar a cabo actividades al aire libre y juegos.
Respecto a su dinamismo, son activos y requieren mucho ejercicio a diario para mantenerse en forma y equilibrados. Un buen paseo diario y sesiones de juego son esenciales para su bienestar y felicidad. Si no le proporcionas suficiente actividad, pueden desarrollar problemas de comportamiento, como la ansiedad y la frustración.
Carácter del perdiguero portugués
Una de las señas más típicas de su temperamento es que son muy afectuosos. Lo son con los adultos, pero especialmente con los niños, hacia quienes muestra un cariz más cuidador y protector. Lo mismo sucede con otros animales pequeños e incluso con los perros de menor tamaño. De hecho, su convivencia resulta muy sencilla, sobre todo, si se inicia desde cachorros.
Respecto a su capacidad para adaptarse a distintos entornos y actividades, son muy versátiles. En otras palabras, disfrutan sobremanera cuando salen de casa y van al campo o a la playa. Es difícil que se sientan estresados, pero pueden verse abrumados si hay demasiadas personas en un lugar cerrado.
Cuidados del perdiguero portugués
Partiendo de que son activos y no tan independientes como otros de su tamaño, reclaman cierta atención. Lo prioritario es el ejercicio físico, pero hay otras cuestiones a las que también debes atender. De cualquier modo, el día a día no te resultará complicado, dado que no requieren tanto cuidado como los perros más pequeños.
Ejercicio
Respecto al ejercicio del perdiguero portugués, por regla general, precisa una hora de actividad al día. Esta debe ser intensa o moderada, y puede consistir en caminatas largas o en carreras y juegos en el parque. Esta última opción es la más recomendable por su increíble potencial para la estimulación sensorial, justo lo que este perro exige.
Nuestro consejo es que fomentes que practique ejercicio en el exterior, de modo que llegue cansado cuando sea de noche. De lo contrario, pueden ser más propensos a la hiperactividad.
Alimentación
Debemos comenzar con una base, y es que el pienso no es una buena opción. Constituye una alternativa para quienes no tienen tiempo, pero no para los dueños que se preocupan de sus animales. Por tanto, recurriremos siempre a la comida natural (como la dieta BARF), que presenta una elevada concentración nutricional.
Generalmente, necesitan un alto aporte de proteínas y fibra, pero también de carbohidratos y grasas. Estas últimas, en menor medida, conforme van alcanzando los 10 años y tienen una menor demanda energética. Una alternativa muy saludable es que la dieta esté personalizada por nutricionistas.
Salud y cuidados médicos
Tienden a ser saludables, pero son proclives a desarrollar ciertas afecciones con el paso de los años. Entre ellas, destacan la displasia de cadera y las enfermedades oculares. Sin embargo, con un cuidado adecuado y visitas regulares al veterinario, estas condiciones pueden ser detectadas y tratadas con sencillez.
Respecto a la musculatura, es más robusta que en otras razas de su mismo tamaño. No obstante, requieren una mayor dedicación con el fin de evitar que pasen épocas sin actividad. La razón es que muestran una mayor tendencia a la atrofia cuando son mayores. En este sentido, la prevención y la higiene del perdiguero portugués son imprescindibles.
Socialización y entrenamiento
Como posee un fuerte instinto cazador, es importante que lo entrenes en la búsqueda de palos o juguetes. De esta manera, reforzará su olfato y socializará con otros animales, especialmente, con perros de tamaño mediano o grande. Esto último es muy importante para que no desarrolle un carácter demasiado vigoroso en la etapa adulta.
Como ves, el perdiguero portugués es una raza muy especial, que hace gala de un comportamiento excepcional. Recuerda que la alimentación es crucial para que crezca con salud y fortaleza. Optando por Dogfy Diet, contarás con comida natural de excelente calidad. Compruébalo con nuestra prueba gratis con descuento de 14 días. ¿Quieres calcular lo que tu perro necesita comer? ¡Hazlo ahora gratis!
FAQS
¿Cómo es el temperamento del perdiguero portugués en un hogar?
El carácter del perdiguero portugués se confunde a menudo con el de los cockers. Su lealtad hacia su familia es indiscutible y se lleva muy bien con otros animales y con los niños. Son una excelente opción para los hogares con amantes de los animales.
¿Es difícil de adiestrar el perdiguero portugués?
Te gustará saber que el adiestramiento y el ejercicio del perdiguero portugués no son nada complicados. Eso sí, cualquier pauta de entrenamiento debe estar basada en el refuerzo positivo. No conviene olvidar que son perros muy nobles y que adoran el contacto con los humanos.
¿Cómo es la higiene dental del perdiguero portugués?
Su dentadura es amplia y robusta, lo que tiende a complicar la higiene. Los sticks dentales y las limpiezas en el veterinario son los recursos más aconsejables. El cepillado también es importante, y no suele resultar costoso, puesto que tienen un carácter tranquilo. La única complicación de la higiene en el perdiguero portugués es que acumulan sarro.
¿Cómo cuidar el pelaje del perdiguero portugués?
El cepillado debe practicarse, al menos, una vez a la semana. Esta es una raza propensa a los enredos y a la acumulación de suciedad o polvo. Igualmente, se pueden bañar cada 15 días, de manera aproximada.