Diferencias entre los perros de terapia y los perros de servicio

En la diversidad del mundo canino, los perros no solo enriquecen nuestras vidas con su lealtad y compañía. También desempeñan roles cruciales que van desde el apoyo emocional hasta la asistencia física. 

Este artículo se centra en entender las diferencias clave entre los perros de terapia y los de servicio, dos categorías que, aunque confundidas, tienen distintos propósitos y entrenamientos. 

Los perros de terapia ofrecen consuelo y alegría, principalmente en entornos como hospitales y escuelas. Por su parte, los de servicio están entrenados para realizar tareas específicas que ayudan a personas con discapacidades. 

Perros de terapia

Estos caninos son especialmente entrenados para proporcionar confort, alivio y amor a personas en diversas situaciones: desde hospitales hasta escuelas y residencias de ancianos.

No están entrenados para realizar tareas específicas para personas con discapacidades. Su objetivo principal es ofrecer compañía emocional y apoyo a aquellos que pueden beneficiarse de la interacción animal. 

En el proceso de formar a un perro de terapia, es esencial saber cómo ayudar a tu perro a superar el miedo a otros perros. Esta es una habilidad que asegura que el animal esté calmado y receptivo en entornos con otros animales.

Tipos de actividades y entornos donde trabajan

Las mascotas de terapia trabajan en una amplia gama de entornos, tales como hospitales, escuelas, hogares de ancianos y centros de rehabilitación. Estas actividades pueden variar desde visitas regulares para interactuar con residentes y pacientes hasta participar en programas específicos diseñados para ayudar a las personas a alcanzar ciertos objetivos terapéuticos. 

Además, la elección de la mejor comida para tu perro es fundamental para mantener su salud y bienestar óptimos. Ayuda a que estén siempre listos y en la mejor forma para sus roles de apoyo emocional.

Perros de servicio

Los perros de servicio son entrenados para realizar tareas específicas y proporcionar asistencia a personas con discapacidades, lo que les permite tener una mayor independencia en su vida diaria. 

Son fundamentales para sus dueños. Están capacitados para responder a necesidades específicas que pueden incluir abrir puertas, alertar sobre sonidos importantes, o incluso detectar signos de una crisis médica. 

Uno de los aspectos más valiosos de los caninos de servicio es su capacidad para facilitar la convivencia entre perros y niños. Proporcionan apoyo funcional y un ambiente seguro para los pequeños en el hogar.

Tipos de actividades y entornos donde trabajan

Los perros de servicio pueden encontrarse en una variedad de entornos, ajustándose a las necesidades específicas de sus dueños. Desde hogares particulares hasta lugares públicos y oficinas, están entrenados para manejar situaciones diversas y a menudo complejas.

Además, su entrenamiento les permite actuar adecuadamente en entornos públicos y asistir a sus dueños en actividades diarias y situaciones especiales. 

Una de las razas más populares para estas tareas es el Golden Retriever, conocido por su inteligencia, paciencia y temperamento amigable.

Entrenamiento de perros de terapia

El proceso de selección y entrenamiento de un perro de terapia es crucial para garantizar que sean adecuados para su rol. La selección empieza con la evaluación del temperamento de la mascota, buscando cualidades como la amabilidad, la paciencia y una buena disposición hacia las personas.

Una vez seleccionados, pasan por un entrenamiento básico que incluye obediencia y socialización, elementos esenciales para prepararlos para una variedad de entornos y situaciones. 

Durante este entrenamiento, es fundamental abordar y aprender cómo evitar que tu perro tenga miedo al veterinario. Por supuesto, las visitas médicas son una parte regular de la vida de un perro de terapia y deben ser experiencias sin estrés para el animal.

Certificaciones y organizaciones relevantes

Para convertirse en un perro de terapia certificado, deben pasar por un proceso de certificación que a menudo implica una evaluación por una organización reconocida. Estas organizaciones no solo proporcionan las certificaciones necesarias, sino que también ofrecen recursos y soporte continuo.

Un ejemplo frecuente en estos programas es el cachorro de Golden Retriever. Desde que son pequeños, son populares por su temperamento dócil y capacidad de aprendizaje. Al certificarse, estos perros y sus manejadores están mejor equipados para proporcionar apoyo emocional y físico en entornos terapéuticos.

Derechos de acceso de los perros de terapia

A diferencia de de servicio, que tienen derechos de acceso garantizados por la ley en la mayoría de los espacios públicos, los de terapia generalmente no gozan de los mismos privilegios automáticos.

Los derechos de acceso de estas mascotas, dependen en gran medida de las políticas de las instituciones individuales y de las leyes locales. No obstante, son normalmente bienvenidos en lugares específicos donde su presencia está destinada a proporcionar consuelo y apoyo emocional.

Los lugares donde los perros de terapia generalmente tienen permitido el acceso incluyen, pero no se limitan a, hospitales, escuelas, bibliotecas, hogares de ancianos y centros de rehabilitación. En estos entornos, se les permite interactuar con diversas personas para ayudar a mejorar su bienestar emocional y psicológico.

La presencia de un perro de terapia puede reducir el estrés y la ansiedad, promover la interacción social y proporcionar consuelo en momentos de crisis o dolor.

Para los entrenadores, es importante asegurarse de que tienen el permiso adecuado para acceder a estos lugares con sus mascotas. El incumplimiento de las regulaciones puede resultar en restricciones de acceso y otras complicaciones legales.

Derechos de acceso de los perros de servicio

Los perros de servicio gozan de derechos de acceso extensivos gracias a legislaciones como la Ley de Estadounidenses con Discapacidades (ADA).

Estas leyes permiten que puedan acompañar a sus dueños en casi todos los lugares públicos donde una persona podría normalmente ir. Esto incluye, pero no se limita a, restaurantes, tiendas, hoteles, teatros, transportes públicos, y parques.

Los perros de servicio están entrenados para realizar tareas específicas que mitiguen las limitaciones de sus dueños. Por ejemplo, guiar a personas ciegas, alertar a personas sordas sobre sonidos importantes, o asistir en la movilidad.

Los derechos de acceso están diseñados para asegurar que las personas con discapacidades puedan disfrutar de la misma libertad y capacidad de movimiento que las demás personas. Para ello, necesitan hacerlo con la asistencia necesaria que su perro de servicio les proporciona. 

Importante destacar, los establecimientos no pueden requerir pruebas de que el canino sea un perro de servicio ni preguntar sobre la naturaleza de la discapacidad de la persona. Solo pueden hacer dos preguntas: si el perro es necesario debido a una discapacidad y qué tarea ha sido entrenado el perro para realizar.

Además, deben estar bajo el control de sus dueños en todo momento y no pueden ser segregados ni tratados de manera diferente debido a su presencia.

Beneficios de los perros de terapia

Los perros de terapia ofrecen una amplia gama de beneficios emocionales y psicológicos tanto para individuos como para comunidades. Su presencia puede ser especialmente poderosa en entornos de alta tensión o durante períodos difíciles.

Beneficios emocionales

Ayudan a mejorar el estado de ánimo de las personas, ofreciendo una fuente de consuelo y alegría que es difícil de replicar con otros medios. Su capacidad para ofrecer amor incondicional y atención puede aliviar la depresión, disminuir la sensación de aislamiento y proporcionar un escape temporal de problemas personales y médicos. 

Muchos estudios han mostrado que la simple acción de acariciar a un perro puede aumentar los niveles de serotonina y dopamina en el cerebro. El resultado: una mayor sensación de calma y felicidad.

Beneficios psicológicos

Desde un punto de vista psicológico, pueden actuar como catalizadores en el proceso terapéutico, facilitando la comunicación y ayudando a los pacientes a expresar sus emociones.

También son una herramienta valiosa en terapias dirigidas a mejorar las habilidades sociales o la función cognitiva. Por ejemplo, en el tratamiento de trastornos como el PTSD, los perros de terapia pueden ayudar a los pacientes a gestionar sus síntomas, proporcionando una presencia calmante que reduce la ansiedad y el miedo.

Además, pueden mejorar la salud física, ya que reduce la presión arterial, mejora la función cardiovascular, y puede disminuir la cantidad de medicamentos necesarios en algunas situaciones. 

Beneficios de los perros de servicio

En este caso, son colaboradores esenciales en la vida diaria de las personas con discapacidades. Asimismo, están entrenados para realizar tareas específicas que ayudan a sus dueños a manejar y superar diversas barreras, mejorando significativamente su autonomía y calidad de vida.

Beneficios emocionales

Emocionalmente, proporcionan un nivel constante de apoyo y compañía que puede disminuir significativamente los sentimientos de aislamiento o alienación que a menudo experimentan las personas con discapacidades. 

La presencia de un perro de servicio puede aumentar la autoestima y la confianza, ya que permite a los individuos participar más activamente en diversas actividades sociales y profesionales. Este apoyo emocional contribuye a un mejor estado de ánimo general y a una actitud más positiva ante la vida.

Beneficios psicológicos

Psicológicamente, los perros de servicio ayudan a reducir los niveles de ansiedad y depresión en sus dueños. Al proporcionar seguridad y una sensación de control, ayudan a sus dueños a enfrentar mejor las situaciones estresantes. 

Casos de uso en la vida diaria de personas con discapacidades

En la vida diaria, estas mascotas son indispensables en muchas situaciones. Por ejemplo:

• Para personas con discapacidades visuales: ayudan a navegar en entornos públicos, evitando obstáculos y asegurando la seguridad de sus dueños.
• Para personas con discapacidades auditivas: alertan a sus dueños sobre sonidos importantes, como timbres de puerta, alarmas de incendios o teléfonos.
• Para personas con movilidad reducida: pueden ayudar a recoger objetos, abrir puertas, o presionar botones, facilitando la independencia en el hogar y en lugares públicos.
• Para personas con trastornos como el PTSD: están entrenados para proporcionar calma durante los episodios de ansiedad o para interrumpir comportamientos perjudiciales.

Cómo elegir el perro adecuado para cada propósito

Elegir el perro adecuado para convertirse en un perro de terapia o de servicio es una decisión importante que puede tener un impacto significativo en la efectividad y el éxito de su rol.  No todos son adecuados para cada tipo de trabajo, por lo que es crucial considerar varios factores específicos para cada propósito. 

Consideraciones para elegir un perro de terapia

Al seleccionar un perro de terapia, es fundamental considerar su temperamento y habilidades sociales. Los mejores candidatos son generalmente perros que:

• Es esencial que el perro pueda manejar situaciones imprevistas y a veces estresantes sin reaccionar negativamente.
• Un canino de terapia debe disfrutar del contacto humano y ser capaz de interactuar con diferentes personas en una variedad de entornos.
• Dado que el trabajo puede ser físicamente exigente, es importante que esté en buena condición física.
• La obediencia es crucial para asegurar que puedan comportarse adecuadamente en entornos públicos.

Además, es importante que el perro no muestre ningún signo de agresividad o miedo excesivo, ya que esto podría complicar las interacciones en ambientes terapéuticos.

Elegir un perro de servicio requiere un enfoque algo diferente, centrado en la capacidad del canino para aprender y realizar tareas específicas que ayuden a su dueño con su discapacidad particular. 

• El perro debe ser capaz de aprender una variedad de tareas complejas y llevarlas a cabo de manera confiable.
• Deben ser tranquilos, predecibles y no distraerse fácilmente en entornos públicos.
• A menudo, necesitan realizar tareas físicas. Es importante que estén físicamente aptos y sean capaces de manejar las demandas de su trabajo.
• Es ideal comenzar con un ejemplar joven pero no demasiado cachorro, ya que deben tener la madurez suficiente para manejar el entrenamiento intensivo.

Tanto para los perros de terapia como para los de servicio, es crucial que se realice una evaluación exhaustiva por parte de profesionales cualificados. Es preciso asegurar que el canino es adecuado para el tipo de trabajo que realizará.