¿Cómo saber si mi perro tiene ansia o apetito?

A lo largo de nuestra vida como papás y mamás perrunos, seguro que nos hemos hecho esta pregunta alguna vez. A la mayoría de perros les encanta la comida y comer, pero eso no significa que no tengan las necesidades calóricas cubiertas ni que lo pasen mal si no les ofrecemos ningún extra.

Sin embargo, deberemos acudir al veterinario en caso de que veamos que esta ansia es extrema, para descartar cualquier tipo de problema digestivo, hormonal o la presencia de parásitos.  

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¿Por qué mi perro tiene ansiedad u obsesión por la comida?

Pueden ser muchas las causas que provoquen ansiedad, por lo que debemos hacer un estudio previo y ver si le faltar algo. Deberemos:  

Revisar la alimentación

Es importante ser consciente del peso, raza, edad y actividad de nuestros perros, por lo que, si seguimos unas tablas de cantidades establecidas, debemos saber que estas son generales y necesitaremos ajustarlas. Incluso, durante el año, es probable que nuestro perro necesite ajustes, dependiendo de la época. Por ejemplo, en verano, si nos encontramos en un apartamento que tiene jardín o el perro realiza más actividad de la normal, es posible que necesitemos adaptar y subir el gramaje.

Conocer la predisposición que pueden tener ciertas razas

Se realizó un estudio que reveló que hay razas con mayor predisposición a tener ansiedad por la comida, por ejemplo, los Golden.

“En los retriever existe una mutación del gen POMC, el encargado de controlar el apetito e informar al cerebro de la sensación de saciedad, lo que hace que siempre tengan apetito.”

Esto también se da en otras razas, pero no significa que tengan hambre, solo que siempre tienen la necesidad de comer.

Horarios de comidas mal organizados

Es un fallo muy común no tener un horario de comidas bien estipulado. No tener esta rutina puede provocar estrés a nuestro perro y probablemente, desórdenes digestivos.

También solemos cometer errores al ofrecerles premios a todas horas, ya que, realmente, estamos acostumbrando a nuestro perro a tener siempre comida en el estómago y a recibir comida sin necesitarla, es decir, estaremos creando un mal hábito.

¿Está mi perro pasando hambre?

Puede ser que nuestro perro sufra algunos de los puntos nombrados anteriormente y, además, que su ración de comida diaria no se encuentre bien ajustada. Para entenderlo mejor, vamos a hablar de un caso real.

Supongamos que acabamos de realizar un cambio de dieta a nuestro perrito de pienso a comida natural. Generalmente, estos perros sufren un cambio interno y sobre todo un cambio digestivo, por lo que dejan de realizar digestiones largas de 8 u 11 horas y pasan a digestiones de 3 horas. Esto el organismo del animal lo detecta, pero está bien que se acostumbren ya que las digestiones deberían durar siempre eso.

Después de realizar una transición de pienso a comida natural, debemos pesar en la báscula habitual a nuestro perro para ver si se ha mantenido de peso, ha ganado o ha bajado. Este es el único método para saber si realmente estamos ofreciendo la cantidad adecuada de comida diaria. Ya que, si solo nos fijamos en que nos pide comida, podemos llegar a ofrecer el doble o el triple de lo que necesita y con ello, también propiciamos un aumento de peso innecesario que puede perjudicar su salud.

Es muy común hacer entre 1 o 2 modificaciones cuando cambiamos de alimentación, por lo que, con un poco de paciencia y controles de peso, es relativamente sencillo llegar a saber cuál es el gramaje que mejor se adapta a su condición.

Para cualquier duda en relación a la ansiedad o el apetito en perros, el equipo nutricionista de Dogfy Diet queda a vuestra disposición.

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