Bichón Habanero. Características, Cuidados y Carácter

¿Tienes o te gustaría tener un bichón habanero? Este perro jovial, adorable y cariñoso es una opción fantástica para vivir en familia y hacerte compañía. Descubre cómo cuidarlo y la información que necesitas para mejorar su vida.

Características de bichón habanero

Los bichones habaneros son perros pequeños con ojos de expresión amable, grandes, oscuros y vivarachos. Sus orejas nacen desde la parte alta de la cabeza y caen hacia los lados conformando un pliegue, mientras que su nariz es negra o marrón y tiene labios finos.

Su fisonomía es algo más larga que alta; incluye lomo ligeramente arqueado y cierta inclinación en la grupa. Posee un pelaje suave, ondulado, con posibilidad de mechas en forma de bucle y una largura de entre doce y dieciocho centímetros. Por último, su altura media oscila entre veintitrés y veintisiete centímetros.

Carácter del bichón habanero

Tras conocer las características físicas de los habaneros, es un buen momento para analizar su temperamento, que es abierto, afectuoso y divertido.

Es un perro encantador, gracioso y con tendencia al juego, incluso a las payasadas, motivo por el cual era habitual su presencia en los espectáculos circenses de antaño.

Si vives solo, tener este peludo como compañero supone un estímulo constante, ya que siempre se muestra zalamero y dispuesto a la interacción animada. Estas características lo convierten, de forma preferente, en una raza perruna muy útil para terapias y planes de asistencia personalizada.

El carácter del bichón habanero lo identifica como un perro activo, comunicativo y con tendencia a la extraversión, por lo que no llevan bien pasar muchas horas solos. Sin embargo, se adaptan a la perfección a los entornos domésticos, incluso en pisos cerrados sin demasiado acceso al aire libre. Cuando se sienten solos, ladran y desarrollan conductas destructivas.

¿Nunca has tenido perro? Es una opción perfecta para tu bautismo canino.

Cuidados del bichón habanero

En realidad, convivir y cuidar a estos perritos tan simpáticos es muy sencillo. La principal atención que debes contemplar es el cepillado y peinado diario de su pelo, ya que tiende a enredarse cuando no lo haces. Al menos, realiza esta labor una vez al día, preferiblemente dos. Como contrapartida, te conviene saber que no precisa de peluquería canina y, como no pierde pelo, es un can hipoalergénico.

En cuanto al baño, es mejor no dárselo más de una vez al mes, solo cuando el perro está sucio y no por hábito o rutina. Ten en cuenta, asimismo, su necesidad de compañía: no se acostumbra a vivir fuera de la vivienda, aislado, ni a permanecer solo durante prácticamente todo el día.

Ejercicio

Las necesidades de ejercicio del bichón habanero son moderadas, tanto es así que puede desarrollarlas dentro de la casa.

Además de algún paseo diario no muy largo y juegos no demasiado intensos, tiene una afición particular muy singular: ¡le encanta nadar! Así que debes permitirle hacerlo siempre que sea posible y las condiciones de seguridad sean las óptimas.

Alimentación

Los bichones habaneros necesitan seguir una dieta rica en estos nutrientes y componentes: proteínas, ácidos grasos, carbohidratos, vitaminas y minerales.

No es un peludo tragón, ya que come con frugalidad, y admite bien el pienso para perros, aunque esta debe ser siempre una opción secundaria. Es una fórmula rápida y cómoda, pero es mucho mejor decantarse por la comida natural cocinada y atender a los expertos en nutrición canina que la recomiendan.

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Salud y cuidados médicos

El bichón habanero, por lo general, goza de buena salud y no tiene demasiadas debilidades ni tendencia a estar enfermo.

Los ojos y las orejas son sus zonas más sensibles, pues pueden sufrir cataratas u otitis externa. Los problemas físicos más frecuentes derivan de luxaciones patelares, displasias de codo o cadera y atrofia progresiva.

Con todo, conviene prevenir, por lo que debes llevarlo a revisión veterinaria de una manera periódica.

Socialización y entrenamiento

Es importante proporcionarles una socialización temprana en temas como la exposición a mucha gente, los sonidos diferentes y las experiencias inhabituales. De este modo, son capaces de relacionarse perfectamente con otros perros, con niños y con cualquier adulto. Los miedos, de este modo, no alteran sus conductas naturales.

Es un perro inteligente y muy dispuesto a aprender, por lo que una vez iniciados los entrenamientos suele aprender deprisa. El refuerzo positivo es la esencia de esta interactuación educativa, que conviene plantear como si se tratara de juegos de recompensa.

El bichón habanero, en definitiva, es un perro que te hará muchísima compañía; zalamero, alegre y muy simpático. Es preciso evitar que pase mucho tiempo solo y necesita sentirse querido, bien integrado en su entorno. Si vas a tener perro por primera vez, tenlo muy presente. En cuanto a la alimentación, ¡contacta con nosotros y le podrás dar la mejor comida!

¿Cuál es el origen de los perros bichón habanero?

Aunque se presume que su origen está en Italia y España, lo cierto es que su exportación masiva procede de la isla de Cuba, cuyas familias aristocráticas los popularizaron en el siglo XIX. A través de esa influencia, los viajeros europeos lo trajeron a Europa.

¿Por qué los habaneros tienden a subirse a objetos altos?

No te preocupes en exceso si ves que tu perro habanero se ha subido a una mesa o a la parte superior de tu sofá. Es una raza a la que le gusta ver el mundo desde arriba y, por su pequeño tamaño, aprovecha esas elevaciones domésticas para satisfacer sus preferencias.

¿Son los habaneros perros ladradores?

Al contrario de lo que sucede con otras razas de canes, los bichones habaneros nunca ladran para oír su propia voz. Por ello, lo hacen solamente cuando perciben ruidos o situaciones extrañas, así como al ver pasar a alguien por la casa, bien sea para llamar la atención o para dar la alerta.

¿Qué precaución hay que tomar con los cachorros habaneros?

Cuando son pequeños, debes retirar inmediatamente las heces de sus proximidades, ya que muchos ejemplares adquieren el desagradable hábito de comerlas. Suele desaparecer conforme crecen, pero te animamos a estar pendiente para evitar este vicio.