El vómito en perros puede proceder de una ingesta excesiva o porque algo le haya sentado mal. Igualmente, puede deberse a hechos más graves que requieran atención veterinaria. Por ello, en este artículo te desvelamos todo lo que necesitas saber sobre los vómitos perrunos.
¿Qué son los vómitos en perros y cómo se producen?
El vómito sucede cuando el contenido del estómago o la parte superior del intestino se expulsa con violencia y fuerza. Así, puedes observar que contiene bilis amarilla o comida para perros parcialmente digerida y, habitualmente, presenta un olor agrio.
¿Cuándo se producen? Por regla general, después de comer o en cualquier instante posterior. Comúnmente, el vómito está precedido por náuseas. Puedes advertir que tu perro babea, se lame los labios o traga en exceso.
¿Te has percatado de que tu perro come hierba? Posiblemente, lo hace para inducir el vómito o proteger el esófago. Debido a que estos vómitos producen deshidratación, tu perro puede beber un exceso de agua. Este comportamiento puede ocasionar más vómitos, por lo que procura limitar su consumo a ínfimas cantidades.
Síntomas de los vómitos en perros
Es esencial que te detengas en estos tres síntomas, que integran las fases del acto:
- Náuseas: El perro traga, realiza ademanes como si estuviera mamando, está nervioso, se lame los labios, ensaliva y bosteza. El incremento de salivación tiene un sentido: prepara al esófago para el contenido ácido del estómago.
- Arcadas: Se estrecha la musculatura abdominal y el diafragma, pero la laringe y la boca se mantienen cerradas. Esto produce una presión negativa. Así, el contenido gástrico llega hasta la boca a través del esófago. Puedes observar los movimientos de bombeo de la pared abdominal y una curvatura del lomo del perro.
- Vómito: El animal expulsa el contenido del estómago por la boca. En esta etapa, la epiglotis permanece cerrada. De esta manera, el contenido gástrico no accede a la tráquea ni se inhala. El contenido del vómito suele ser alimento semidigerido o líquido teñido por la bilis.
También es preciso que identifiques los tipos de vómitos en perros. Por su apariencia, se pueden clasificar de esta forma:
- Vómito amarillo en perros: Es habitual cuando tiene el estómago vacío. Se caracteriza por la secreción de bilis.
- Vómito blanco espumoso: Puede estar causado por un cúmulo de ácido en el estómago. La apariencia espumosa puede deberse a que el vómito entra en contacto con el aire.
- Vómito líquido claro: Bien puede suceder por secreciones del estómago o bien cuando hay agua acumulada en él.
- Vómito viscoso y mocoso: Ocurre cuando tu perro babea y se acumula en el estómago como consecuencia de una irritación importante.
- Vómito con sangre: Es el más grave y debes acudir al veterinario.
- Vómito alimentario: Es lo que comúnmente se conoce como regurgitación. El animal expulsa comida que se quedó en el esófago sin ser digerida.
Causas de los vómitos en perros
Quizá te preguntes por qué tu perro vomita. Existen varios motivos. Todos ellos producen una inflamación o irritación del estómago o del intestino que dificultan el tránsito digestivo. Una vez hayas detectado la causa, es preciso que actúes rápido.
A continuación, te desgranamos los causantes del vómito en perros para que puedas obrar en consecuencia. Así, sabrás cuándo preocuparse con el vómito de un perro.
Enfermedades gastrointestinales como la gastritis, la colitis o la gastroenteritis
Un trastorno digestivo puede llevar a que tu perro no pueda absorber adecuadamente los nutrientes. Es más, puede impedir la ingestión de alimentos, lo que pondría en peligro su vida.
En este punto, es recomendable que te familiarices con las enfermedades gastrointestinales entre las que destacan la gastritis, la colitis y la gastroenteritis.
Por un lado, la gastritis provoca una inflamación de la mucosa gástrica. Si no se trata, puede devenir en úlceras estomacales. ¿Cuál es su origen? Puede que tu perro haya ingerido algo inadecuado, tenga alguna obstrucción o esté reaccionando a algún medicamento.
Por otro, la colitis tiene lugar por una inflamación del colon. Aunque puede proceder de una diversidad de causas, las más habituales son parásitos, virus y bacterias. En este caso, tu perro presentará diarrea acuosa y pérdida de peso y del apetito.
La gastroenteritis, por su parte, es un proceso inflamatorio del estómago y/o del intestino. Genera dolor abdominal. Suele cursar con vómitos y diarreas súbitas y podrías detectar sangre en las heces.
Enfermedades hepáticas y renales
El hígado es un órgano esencial, ya que desempeña procesos metabólicos ligados a los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas. Los profesionales apuntan que la insuficiencia hepática afecta al riñón, al aparato digestivo y al sistema nervioso.
De este modo, tu perro experimentará la acumulación de líquido abdominal, úlceras gastro duodenales con vómitos e inflamación intestinal con diarrea, entre otros síntomas. Asimismo, el animal sentirá la necesidad de beber agua y orinar, aunque le cueste.
Alergias e intolerancias alimentarias
La alergia en perros se desencadena cuando el organismo del animal genera una respuesta inmunológica exacerbada ante determinados alimentos.
En concreto, esta reacción del sistema inmunológico se origina por una variedad de alérgenos que pueden contener algunos alimentos, como las proteínas.
Así, el sistema inmune del perro detecta que la proteína es un elemento “extraño” y forma anticuerpos contra el antígeno. Esto deviene en alergias posteriores.
Con respecto a las intolerancias a determinados alimentos, existe una sutil divergencia. Estas no están supeditadas a una respuesta inmune, sino que producen una reacción anormal del organismo.
Infecciones parasitarias o bacterianas
Los parásitos o las lombrices intestinales son habituales. En especial, en perros jóvenes. Los canes infectados por ellos pueden sufrir vómitos, diarrea y/o pérdida de peso. Por este motivo, siempre debes desparasitar a tu animal, tanto interna como externamente.
Por otro lado, tu perro puede verse afectado por una enfermedad bacteriana. La más común es la salmonella. Esta está causada por ingerir agua o alimentos en mal estado.
Obstrucciones intestinales
Los vómitos de perro pueden deberse a que ha ingerido algo tóxico. ¿Tu animal ha comido basura de manera accidental? ¿Tragó un objeto extraño como un trozo de madera? En este caso, el estómago se le puede taponar. Por lo general, lo expulsa en forma de vómito, pero, si no es el caso, es urgente que acudas al veterinario.
Tumores gastrointestinales
El cáncer de estómago es una de las enfermedades más letales. Lo es tanto por la agresividad de los síntomas como por la escasa eficacia de los tratamientos.
Los tumores se localizan principalmente en la salida del estómago y en la curvatura menor de este. Si son malignos, observarás vómitos, pérdida de apetito, excesiva pérdida de peso, apatía y, habitualmente, sangre en las heces.
Diagnóstico de los vómitos en perros
En determinadas circunstancias, es preciso extraer sangre para comprobar que los órganos vitales están funcionando adecuadamente.
También es recomendable recurrir a ecografías o radiografías para descartar cuerpos extraños o tumores en el tracto digestivo.
El diagnóstico más eficaz es realizar una endoscopia (gastroscopia o colonoscopia) del estómago y los intestinos. A través de ella, el veterinario extrae pequeñas porciones del tejido para analizarlas en el microscopio.
Tratamiento para los vómitos en perros
Dependiendo de la causa, el veterinario pautará un tratamiento u otro. Los más usuales son los que desarrollamos a continuación.
Tratamientos médicos para controlar los síntomas y tratar la causa subyacente
En relación con el motivo, el profesional te recomendará el uso de protectores gástricos y/o medicamentos para evitar el vómito.
En el caso de que el veterinario haya detectado alguna disfunción en un órgano vital, te recetará medicación específica para esa enfermedad.
Si tu perro ha ingerido algún cuerpo extraño, puede ser necesaria una intervención quirúrgica.
Cambios en la dieta y la alimentación para evitar alergias e intolerancias
Es preciso que sepas que las alergias y las intolerancias no son lo mismo, aunque compartan síntomas.
Por un lado, las reacciones alérgicas se manifiestan a las pocas horas de haber consumido el alimento. Normalmente, se trata de proteínas. Por su parte, la intolerancia tarda en aparecer unos cuantos días y se ocasiona en la digestión.
¿Cómo proceder ante una intolerancia alimentaria? Normalmente, el especialista te propondrá una dieta de eliminación. Durante 8-12 semanas, deberás proporcionarle a tu perro un menú con una fuente de proteínas poco común (como el ciervo) y otra de hidratos de carbono.
En el caso de que el malestar se reduzca, deberás incorporar poco a poco nuevos ingredientes. Así podrás valorar uno a uno si tu perro los tolera.
Con las alergias ocurre lo mismo. También has de realizar la dieta de exclusión. Si confirmas la alergia a algún alimento, deberás modificar definitivamente su nutrición. La alimentación natural suele ser la óptima para paliar los síntomas alérgicos.
Cuidados y medidas paliativas para mantener la hidratación y evitar complicaciones
Es básico que tu perro se mantenga hidratado. Para ello, sigue estos consejos:
- Renueva con asiduidad el agua del bebedero.
- Si quieres rehidratarlo, ofrécele el agua poco a poco y así evitarás que vomite.
- Valora recurrir a un bebedero automático, ya que suministra el agua limpia y fresca de manera constante.
- Ten cuidado con los golpes de calor. Cerciórate de que cuando tu perro está al aire libre haya sombra. Es más, si es posible, deja a su disposición un recipiente con agua fresca o unos hielos que pueda ir chupando a su ritmo.
Prevención de los vómitos en perros
Si tienes presentes los múltiples desencadenantes posibles, te será más fácil prevenir el vómito en perros. Para ello, atiende a las indicaciones que repasamos ahora.
Controla la alimentación y evita la ingesta de ciertos alimentos alérgenos
En el caso de vómitos recurrentes en perros, el diagnóstico es fundamental. En este sentido, es preciso que incorpores una dieta adecuada y personalizada a tu animal. No obstante, te proponemos una serie de consejos básicos para elaborar una dieta hipoalergénica:
- Usa pocos ingredientes: No más de tres o cuatro. Debido a que la clave está en las proteínas, usa una poco habitual en la zona.
- Cíñete a la dieta y no le proporciones más alimentos: De poco sirve que elabores una dieta estricta si, en algún momento, alguien decide darle un premio a tu perro.
- Proporciona complementos: Existen algunos que ayudan a reducir las respuestas alérgicas. Pueden ser probióticos u omega-3. Eso sí, siempre bajo la supervisión de un veterinario.
En Dogfy Diet podemos ayudarte a elaborar una dieta de descarte y podrás apoyarte en nuestro equipo de nutricionistas, que te brindará el apoyo necesario en cada momento para averiguar qué tipo de alimentos naturales de perro le sientan mejor.
Evita el contacto con alérgenos ambientales como el polen, el polvo o los ácaros
Es importante detectar el alérgeno ambiental que perjudica a tu perro. Esto es, el agente del exterior que ocasiona que su sistema inmune responda de forma desmedida.
En el caso de que el animal sea alérgico a los ácaros del polvo, has de ser muy concienzudo con la limpieza de tu hogar. Así, debes de limpiar con regularidad las superficies con un paño húmedo. Además, aspira en lugar de barrer. En este caso, siempre con la habitación bien ventilada y el animal en otra estancia.
Controla el entorno del perro y rehúsa las sustancias químicas irritantes
Proporcionar un ambiente que cubra las necesidades del perro y lo mantenga alejado de estímulos perjudiciales para su salud es fundamental.
Elegir un lugar cómodo y seguro para él es sinónimo de salubridad y buen descanso. Además, establecer una serie de rutinas de paseo y alimentación facilitará la convivencia y la ausencia de enfermedades.
Por otro lado, el perro es curioso por naturaleza. Por ello, está expuesto a sufrir intoxicación o envenenamiento. Quizá no conocías una serie de sustancias de elevada toxicidad para tu animal. Entre ellos se encuentran los productos de limpieza, los líquidos para coches, los pesticidas, herbicidas e insecticidas.
Conclusiones y recomendaciones finales sobre los vómitos en perros
El vómito en perros es un signo de que algo no funciona. Tu compañero peludo vomita por una diversidad de motivos. Estas pueden concretarse en atiborrarse de comida, marearse por el movimiento o por determinados y variados problemas de salud.
Antes de vomitar, puedes detectar algunas señales que lo desenmascaran. Principalmente, se trata de náuseas y arcadas. También es esencial que identifiques el tipo de vómito para que el tratamiento se adecúe a él.
Te habrás detenido en los motivos que inducen el vómito. Debes familiarizarte con ellos, ya que no es lo mismo que tu veterinario o tú tratéis una gastroenteritis que un tumor.
Como sabes, más vale prevenir que curar. Te proponemos que, ante problemas estomacales, controles la dieta de tu perro, eludas su contacto con alérgenos ambientales y controles el ambiente en el que se mueve.
Con la dieta natural habrás dado en la diana para una mejor calidad en la alimentación de tu perro. Esta pauta dietética ha ganado popularidad. No obstante, algunos veterinarios desaconsejan la opción cruda por su considerable riesgo bacteriológico.
En este sentido, Dogfy Diet tiene la fórmula para reducir el vómito en perros, al tratarse de comida natural y cocinada y de una dieta completa y equilibrada elaborada por nutricionistas.
Preguntas frecuentes
¿Cuándo preocuparse con el vómito de un perro?
Es muy importante que recurras a un veterinario si tu perro vomita más de tres veces seguidas en pocas horas. También es motivo de consulta si adviertes otros signos de enfermedad: diarrea, apatía u otros signos de dolor. Acude urgentemente al especialista si observas vómito con sangre, el más grave de todos los tipos.
¿Por qué mi perro vomita?
Detectar la causa del vómito de tu can es el primer paso para tratarlo adecuadamente. Puede deberse a un problema gastrointestinal, una enfermedad hepática o renal, una alergia o intolerancia alimentaria. También puede ocurrir que el animal haya contraído una infección intestinal o bacteriana, un cáncer o sea presa de una obstrucción alimentaria.
¿Cómo se diagnostica la causa de los vómitos de perro?
Puede ser preciso extraer sangre para descartar problemas en los órganos vitales. Además, tu perro puede precisar una ecografía. Si los vómitos son crónicos, el diagnóstico se suele determinar a través de endoscopia (gastroscopia o colonoscopia) del estómago o los intestinos. Mediante ella, se recogen muestras del tejido para analizarlas al microscopio.
¿Qué dieta debe seguir mi perro después del tratamiento para los vómitos?
Es común que el veterinario te prescriba una dieta terapéutica concreta, de muy alta digestibilidad, incluso hipoalergénica, con bajo contenido en grasas. Esta ayudará a recuperar el funcionamiento saludable del estómago de tu perro.
¿Cómo evitar que se repitan episodios de vómito en perros?
Para que tu perro no vuelva a sufrir las consecuencias que conllevan los vómitos, es preciso vigilar su alimentación. Debes seguir a rajatabla la dieta pautada. Esta ha de contener un número limitado de ingredientes (máximo cuatro). Puedes añadir algún complemento como probióticos u omega-3.