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Enfermedades en perros

Rabia en Perros: Síntomas, Contagio y Tratamiento

JUEVES, 18 DE MAYO DE 2023

La rabia en perros afecta a muchos de ellos en todo el mundo cada año. Aun así, España es un país con riesgo bajo de transmisión. No obstante, resulta esencial que, como dueño, conozcas la forma de actuar y la importancia de la vacuna para evitar contagios.

¿Qué es la rabia en perros y cómo se produce?

Es una enfermedad causada por un virus del tipo RNA lineal monocatenario de la familia Rhabdoviridae y del género Lyssavirus. Este es, además, neutrópico, lo que significa que se propaga, principalmente, a través del tejido nervioso, por el que tiene afinidad. La sangre, por ejemplo, no es usada por él como vehículo de transmisión. Así, afecta al sistema nervioso central inflamando el cerebro (encefalitis aguda).

Como papá o mamá de tu perro, ten presente estos dos aspectos:

  • No hay tratamiento posible para la curación, a menos que sea tratada con una urgencia máxima.
  • Es una enfermedad de declaración obligatoria. Esto quiere decir que los médicos han de notificar cada nuevo caso a la Administración sanitaria.

Se le denomina virosis zoonótica porque se transmite de animales a personas. Otro dato relevante es que la padecen y transmiten los mamíferos o animales de sangre caliente. Perros, murciélagos y zorros son los principales portadores en Europa. Por el contrario, las serpientes, lagartos, ranas y otros reptiles o anfibios ni son portadores ni la contraen. Tampoco los insectos, aves o peces.

La gran importancia de conocerla y evitarla radica en que es incurable. Es decir, causa la muerte segura del animal y, en muchos casos, de los humanos contagiados. El 40 % de los decesos mundiales corresponden a niños menores de 15 años de países de alto riesgo y residentes en zonas rurales. La vía de contagio es la saliva, en acciones como:

  • Mordeduras.
  • Arañazos.
  • Contacto directo con mucosas en heridas, boca, ojos, etc.

Prácticamente, todas las transmisiones a personas (el 99 %) son causadas por estos animales. De ahí la trascendencia vital de la vacunación.

Abordaje preventivo

Por tanto, la prevención se logra, principalmente, mediante esa vía y evitando mordeduras. España es un país con bajo riesgo dada la escasa incidencia y los planes de vacunación. Asimismo, la aparición de síntomas acaba derivando en el fallecimiento de prácticamente todos los casos. Hay que tener presente que puede afectar tanto a animales domésticos como salvajes.

Por eso, un abordaje preventivo es la mejor estrategia para combatirla, con programas de vacunación centrados en la población canina. De hecho, el virus puede seguir transmitiéndose 24 horas después del fallecimiento del animal, al permanecer activo en su cuerpo.

Rabia proviene del término latino rabidus, un adjetivo que significa furioso, feroz o delirante. A su vez, describe bien la apariencia de los perros que la padecen. Estos producen una gran cantidad de saliva, lo que facilita la transmisión en caso de mordeduras. Otra sintomatología característica incluye la irritabilidad y la agresividad.

Fases de la rabia en perros

Esta patología se divide en varias fases, que arrancan con la entrada del virus en el organismo. Una vez se ha producido la transmisión, se instala en los músculos y tejidos para comenzar a multiplicarse. A continuación, va propagándose y extendiéndose, sobre todo al tejido nervioso, en los siguientes tramos:

  • Incubación: Dependiendo del lugar de la mordedura y de la cercanía a tejido nervioso, puede durar desde una semana hasta varios meses. Se caracteriza por ser asintomática.
  • Prodrómica: Comienzan las primeras señales, como inquietud, ansiedad, fatiga o retraimiento. Dura entre 2 y 10 días.
  • Agresividad: Se manifiestan los comportamientos característicos de esta dolencia, como la agresividad y la irritabilidad en niveles altos. El riesgo de mordedura, por tanto, es muy elevado. Dura entre 1 y 7 días.
  • Parálisis: Los músculos del cuello y la cabeza se paralizan y queda con mandíbula abierta. No puede tragar y la cantidad de saliva aumenta en su boca. Existe la posibilidad de sufrir espasmos. Es la fase final, aunque a veces se presenta directamente después de la prodrómica y otras después de la agresiva o furiosa. Termina con la parálisis del diafragma y el fallecimiento por insuficiencia respiratoria.

Síntomas de la rabia en perros

Sintomas de la rabia en perros

Los síntomas de rabia en perros se manifiestan cuando se ha atravesado todo el periodo de incubación que, como hemos visto, llega a ser largo. Además, cuando empiezan a hacerse perceptibles pueden hacerlo de manera aleatoria y parcial. Es decir, no se manifiestan todos a la vez. Por tanto, prestar atención a su salud o pararse a observar cualquier cambio significativo en su comportamiento son hábitos muy recomendables. Trata de interiorizarlos y seguro que evitas y previenes muchos de sus problemas de salud.

Estas son algunas de las señales más habituales. Si detectas alguna o, sobre todo, varias concurrentes, no dudes en acudir a un especialista.

  • Nerviosismo.
  • Fatiga.
  • Proceso febril.
  • Hostilidad.
  • Comportamiento irritable.
  • Vómitos.
  • Gran cantidad de saliva en su boca.
  • Evita el agua (hidrofobia).
  • Evita la luz (fotofobia).
  • Dificultad para tragar.
  • Parálisis del cuello y la mandíbula.
  • Espasmos.
  • Parálisis indicativa de un fallo multiorgánico.

Al igual que ocurre con otras muchas enfermedades, hay síntomas que se manifiestan en distintos grados. Estos pueden coincidir con los que se presentan con otras dolencias o ser tan solo una consecuencia pasajera de alguna circunstancia fortuita. Por lo tanto, para contar con un diagnóstico seguro lo mejor es acudir a un veterinario para que realice las pruebas necesarias.

Causas de la rabia en perros

El origen directo es el virus, aunque esta dolencia en perros está causada por la mordedura de otros animales infectados. Normalmente, son otros perros, gatos, zorros, conejos o murciélagos. Tiene que haber una herida en la piel del receptor para que el virus se introduzca en el organismo a través de la saliva del portador. Si no la hay, no se produce esa transmisión, al igual que tampoco con la orina o las haces.

El enfoque preventivo predomina en los países de todo el mundo que abordan la enfermedad con campañas de vacunación y medidas de protección. Esto ha facilitado un control en una gran cantidad de zonas del mundo, aunque otras, con menos recursos, sufren una prevalencia mayor. De hecho, no resulta sencillo erradicarla totalmente, dado que, incluso en países de Europa, incluida España, aparecen puntualmente casos localizados.

No obstante, en el caso de nuestro país, la causa es la importación de casos de perros o, excepcionalmente, caballos. Desde 1978 todo el territorio puede considerarse libre de esta enfermedad. Solo en junio de 2013 se importó un caso desde Marruecos. Salvo ese, no ha habido otros declarados. Así, se considera una enfermedad erradicada, debido a la gran efectividad que han tenido las campañas de vacunación en perros.

Diagnóstico de la rabia en perros

Las técnicas para ello están estandarizadas internacionalmente y deben llevarse a cabo siguiendo las directrices marcadas, que incluyen plazos y procedimientos claros. La razón es que este virus se inactiva en muy poco tiempo. Por tanto, si se tarda en enviar las muestras al laboratorio, estas pueden dar un falso resultado negativo.

Aquí es importante hacer notar que no se dan lesiones patognomónicas macroscópicas. Tampoco señales clínicas determinantes. Por tanto, la única opción que proporciona una confirmación fiable al 100 % es la que incluye pruebas de laboratorio.

Estas se practican con tejido del sistema nervioso central extraído del cráneo. Más concretamente, las partes que de las que se extraen muestras son:

  • Tronco del encéfalo. Es el componente más importante.
  • Pie del hipocampo.
  • Tálamo.
  • Corteza cerebral.
  • Bulbo raquídeo.

Hay que tener en cuenta que, cuando se detecta un caso así, hay que proceder a la eutanasia. Para confirmar el diagnóstico en vida del animal hay que aislarlo y practicar análisis serológicos. Estas son las tres pruebas que proporcionan una fiabilidad que oscila entre el 98.5 y el 100 %:

  • Inmunofluorescencia directa (FAT).
  • Inmunohistoquímica rápida (dRIT).
  • Reacciones en cadena de la polimerasa (PCR).

Su efectividad es alta tanto para este como para la detección de cualquier lyssavirus. Una vez fallecido está la opción de realizar una investigación epidemiológica, que incluye una prueba de tinción directa de anticuerpos fluorescentes (DFA). Gracias a ella, se analizan los tejidos cerebrales y se comprueba la presencia de virus.

Tratamiento para la rabia en perros

Desgraciadamente, no hay tratamiento de la rabia en perros posible si se ha contraído, ni tampoco cura. Los síntomas y el desarrollo de las fases suelen manifestarse rápida y certeramente. La estrategia de la prevención es la única que tiene efectos para combatir su propagación. El principal mecanismo que esto incluye es la vacunación que, de hecho, ha dado excelentes resultados en muchos países, entre los que se encuentra España.

Si vas al veterinario con un caso, te aconsejará llevar a cabo un protocolo de eutanasia. De esa forma se elimina el riesgo de contagio y, sobre todo, el sufrimiento del perro. Si el perro te ha mordido, tendrás que someterte a un tratamiento de vacunas, para evitar que el virus te infecte.

Tratamientos médicos para controlar la infección y aliviar los síntomas

En caso de infección, no hay tratamiento para controlarla. En caso de mordedura, se pueden tomar medidas profilácticas, lavado de la zona a conciencia durante 20 minutos y vacunaciones antirrábicas. También se administran anticuerpos monoclonales o inmunoglobulinas antirrábicas.

Vacunación para prevenir la infección y tratar la rabia

¿Para qué sirve la vacuna de la rabia en perros? Esta es la medida más efectiva contra la infección. Es posible inocularla desde las 12 semanas de vida del cachorro. El veterinario es el encargado de fijar el calendario de vacunación. Además, es importante no ponerla si el perro está sufriendo otra dolencia que debilite su sistema inmune. Habrá que esperar hasta que haya pasado. Te preguntas si es obligatoria la vacuna de la rabia en perros. La respuesta es que sí.

Habrá que suministrarle varias dosis para obtener una máxima protección. Esto no solo es una recomendación, sino que está marcado como obligación por ley.

Respecto a efectos secundarios, en este caso no se suelen dar. Hay excepciones en las que se describe decaimiento, procesos febriles leves o malestar mostrado por el cachorro. Estos síntomas, cuando aparecen, se disipan en un plazo que no suele superar las 24 horas.

Cuidados y medidas paliativas para mantener la hidratación y evitar complicaciones

La inexistencia de tratamiento y el pronóstico muy grave de esta enfermedad arroja como única solución los cuidados paliativos. Se suministran analgésicos y otras medidas de sedación, se hidrata en la medida de lo posible y, si así se decide, se practica la eutanasia.

Prevención de la rabia en perros

La estrategia preventiva tiene como ejes las campañas de vacunación, el registro de casos y la información a los propietarios. De igual manera, se llevan a cabo otras acciones.

Controlar la exposición a animales infectados o sospechosos de estar infectados

Cuando se sospecha que un animal está infectado o se tiene la seguridad de que hay perros con la rabia, se les debe mantener aislados. En algunos casos, se procede a un periodo de observación, para tratar de asegurar el diagnóstico. En otros, se pasa directamente a la opción anteriormente citada, dado que no existe tratamiento ni cura. Es crucial no correr riesgos de mordeduras, por lo que hay que tomar precauciones para no exponer el cuerpo a posibles mordeduras.

Mantener la vacunación actualizada y controlada

Comunicarse y coordinarse con el veterinario es otra de las medidas relevantes para tener en cuenta. Hay que conocer el calendario de vacunación y llevarlo al día, informando al especialista de cualquier particularidad. Por ejemplo, hay casos de alergias, que pueden prevenirse con la información y los análisis necesarios en la clínica veterinaria.

Controlar la higiene del entorno y evitar la exposición a heces infectadas

Potencialmente, las heces no son una fuente de transmisión. No obstante, sí que podrían serlo si entran en contacto con heridas o mucosas de otro animal o persona. Pese al bajo riesgo, la limpieza y la higiene son básicas. Esta máxima no solo es válida en casos de prevención de contagios, sino como hábitos normalizados e interiorizados en el cuidado de animales.

Conclusiones y recomendaciones finales sobre la rabia en perros

Conclusiones y recomendaciones finales sobre la rabia en perros

Con toda esta información en la mano, vemos cómo esta enfermedad es una de las más graves que puede sufrir un perro. Por tanto, lo que debemos hacer es poner en práctica una cultura preventiva y de protección y promoción de la salud. Esto incluye hábitos de higiene, una alimentación saludable proporcionando un alimento adecuado por nutricionistas y un control constante del entorno. Al mismo tiempo hay que estar pendiente de posibles señales de alarma.

Por fortuna, los casos son prácticamente inexistentes desde hace décadas. No obstante, nunca está de más llevar hábitos saludables y alimentación natural, que evite productos procesados como el pienso de perros, para mantenerlo en perfectas condiciones.

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Preguntas frecuentes

¿Cuánto tiempo puede vivir un perro que tenga rabia?

Contando desde el periodo de incubación, pueden ser meses. Tendrá más esperanza de vida si la mordedura del contagio ha sido poco profunda. Otro factor es la ubicación de la herida. Por ejemplo, la infección se extiende más rápidamente si ha sido en la pata que en la cola. Pero ¿tiene cura la rabia en perros? La respuesta es no.

Dicho esto, el pronóstico es que el periodo de vida sea de entre 15 y 90 días, o menos aún en cachorros. Si los síntomas son evidentes, la muerte se produce en una semana o 10 días.

¿Qué ocurre si un perro con rabia muerde a una persona?

Hay que buscar inmediatamente ayuda médica y se comunicará a las autoridades sanitarias y organismos epidemiológicos. El perro tendrá que quedar aislado, para tomar las correspondientes medidas y análisis. La persona será objeto, igualmente, de pruebas y administración de vacunas para evitar la infección.

¿Cuántas vacunas de la rabia hay que poner a los perros?

Normalmente, son tres, aunque depende de la normativa vigente en cada lugar. La primera se administrará a las 12 semanas y un año más tarde se repite. Cuatro semanas después, ya se han desarrollado anticuerpos que protegen al animal.

¿Tiene efectos secundarios la vacuna de la rabia en perros?

No suele tenerlos y, si se dan, suelen ser leves, incluyendo fatiga o procesos febriles leves. Además, esos efectos pasan, a menudo, en menos de 24 horas, después de las cuales se recupera la total normalidad.

También hay que tener en cuenta el historial para conocer posibles alergias que contraindiquen la administración de la vacuna y eviten reacciones adversas. No obstante, estos son casos excepcionales.

La vacuna es necesaria para prevenir contagios de la rabia en perros y para poder viajar a algunos países acompañado de tu perro. Por lo tanto, es algo obligatorio en todo caso y que debes realizar siempre con la ayuda y supervisión del veterinario.