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Enfermedades en perros

Pancreatitis en Perros: Síntomas y Tratamiento

JUEVES, 11 DE MAYO DE 2023

La pancreatitis en perros es una enfermedad que puede resultar de extrema gravedad, incluso causar la muerte del animal. Como su humano, tienes que estar alerta para reconocer los síntomas y acudir rápidamente al veterinario si son alarmantes. Lo más peligroso es que puede confundirse con dolencias leves, por lo que es bueno que sepas qué es, sus causas, sintomatología y cómo actuar si aparece.

¿Qué es la pancreatitis en perros y cómo se produce?

La pancreatitis en un perro supone una inflamación de su páncreas, una glándula localizada entre el abdomen y la parte superior del intestino delgado. Como hemos dicho, llega a ser grave en algunas ocasiones, incluso causando la muerte. Se manifiesta, en los estadios iniciales, con dolores abdominales, vómitos o falta de sed y de hambre.

Aun así, hay que estudiar cada caso concreto, porque en muchos cachorros unos síntomas similares responden a otras causas. Un ejemplo de ello es la parvovirosis canina, su principal enfermedad vírica en las edades más tempranas. Causa diarreas y deshidratación, en un proceso doloroso y con pronóstico grave. Por tanto, es crucial la detección precoz y el diagnóstico acertado. Sin embargo, sus similitudes no implican un abordaje clínico en la misma línea.

Cuando la pancreatitis es de carácter agudo adopta una forma edematosa, en casos leves, o hemorrágica en los más graves. La primera supone hinchazón pancreática y la segunda sangrado dentro o alrededor de esta glándula. El proceso inflamatorio provoca el derramamiento de las enzimas digestivas en la cavidad abdominal. Esto, a la vez, causa daños secundarios en órganos como el hígado, la vesícula biliar, los conductos biliares y el intestino. Es posible que el animal se recupere de episodios agudos, aunque a veces reaparecen de forma recurrente, lo que cronifica esta dolencia. A grandes rasgos, los grados van desde una inflamación leve a la necrosis del órgano.

Origen desconocido

Es idiopática, es decir, que se desconoce su origen. No obstante, hay algunas razas más proclives, como las siguientes:

  • Schnauzer.
  • Cavalier King Charles.
  • Cócker spaniel.
  • Collie.
  • Bóxer.

También se cree que en su aparición influye la dieta. Por ejemplo, la ingesta habitual de alimentos muy ricos en grasas o la obesidad canina pueden tener un cierto efecto en su aparición. Asimismo, se cree que comer alimentos de baja calidad o basuras, como ocurre con perros que viven en la calle, incrementaría la probabilidad de sufrirla. De ahí la importancia de una alimentación natural saludable supervisada por nutricionistas. Ha de incluir productos naturales, libres de conservantes, con aceite de oliva y un 65 % de carne o pescado.

Lo que sí se conoce con seguridad es que se desencadena con la activación inapropiada de las enzimas producidas y almacenadas en el páncreas. Esto da lugar a una inflamación local sistémica que altera el funcionamiento y la absorción de las grasas.

Esta glándula desarrolla una importante función endocrina y otra de producción y excreción de enzimas, como amilasa y lipasa. Así, propicia un efecto regulador de la glucosa en la sangre mediante la generación de insulina. Por otro lado, gracias a las enzimas, facilita la digestión al descomponer estas los alimentos para que puedan ser absorbidos por las paredes intestinales.

Síntomas de la pancreatitis en perros

Sintomas de la pancreatitis en perros

Uno de los grandes peligros de padecerla es la levedad con la que se manifiestan los primeros síntomas. Esto hace que, habitualmente, se confundan con dolencias pasajeras o poco importantes. Por esta razón se retrasa la visita al veterinario, algo que a veces tiene consecuencias muy negativas y afecta a la salud del animal.

Lo que sí está comprobado es que detectar pancreatitis en perros mayores o de mediana edad es algo más habitual que en cachorros o jóvenes. Aun así, sea cual sea su edad, los síntomas, que son poco específicos, incluyen los siguientes:

  • Estado de ánimo triste, aletargado, pasivo o desganado.
  • Dolor en la zona abdominal, que se manifiesta cuando se les acaricia la zona.
  • Diarrea.
  • Fiebre.
  • Falta de hambre y de sed.
  • Vómitos de color amarillo o biliosos.

Como ves, es un proceso doloroso y no exento de sufrimiento, sobre todo para el perro, pero que, lógicamente, también afecta al dueño y al entorno. En esto influye el aspecto del enfermo. De hecho, un conjunto de factores da como resultado la deshidratación del organismo por la carencia de líquidos. El animal enfermo los pierde por diarrea y vómitos y no los recupera porque no quiere beber ni comer. Por lo tanto, va quedando cada vez más mermado y débil.

Préstale mucha atención a las heces del perro. Si ves que salen con sangre, nos encontramos frente a una emergencia que requiere una intervención veterinaria de urgencia. Además, de manera simultánea, hay posibilidad de desajustes metabólicos desencadenantes de, por ejemplo, fallos renales.

Pese a todo, la actuación diligente de un veterinario ha de aclarar el origen de esa respuesta orgánica. El sangrado también tiene que ver con ulceraciones o parásitos, así que no siempre va a suponer un desenlace de muerte. Sin embargo, la sola aparición es un síntoma lo suficientemente grave como para tomar medidas rápidas y buscar las causas y una solución.

Causas de la pancreatitis en perros

El origen de esta dolencia reside en la activación prematura de las enzimas pancreáticas. Cuando funcionan correctamente, viajan a través del conducto pancreático hasta el duodeno. Una vez allí, se activan para comenzar la digestión que tiene lugar en el intestino delgado. Sin embargo, con la pancreatitis se activan antes de tiempo, con lo que se produce un proceso de digestión del propio páncreas. Así, la intensidad de la dolencia tiene que ver con la cantidad de enzimas activadas a destiempo.

Las causas de que esto ocurra son desconocidas. Se barajan hipótesis como las citadas de la comida alta en grasas o incluso otras como la administración de corticosteroides. Puede darse con más probabilidad después de una cirugía. Ninguna teoría está del todo comprobada y, además, en muchos casos aparece, según los especialistas, de forma espontánea.

Por todo ello, la etiología es objeto de debate, aunque sí hay acuerdo respecto a una serie de factores de riesgo. Entre ellos se encuentran:

  • Dietas altas en grasas.
  • Ingestión de ciertos medicamentos, como algunos antibióticos o los que se suministran en procesos de quimioterapia.
  • Obesidad.
  • Alergias o intolerancias alimentarias que no se han tratado clínicamente.
  • Edad avanzada, sobre todo a partir de los cinco años.
  • Razas con predisposición. Entre ellas destacan la del cocker spaniel inglés y la schnauzer dada su tendencia a tener niveles altos de triglicéridos en sangre carencias en el sistema inmunitario.
  • Dolencias subyacentes, como hipotiroidismo, hiperadrenocorticismo (síndrome de Cushing) o diabetes mellitus.
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Diagnóstico de la pancreatitis en perros

El enfoque diagnóstico ha de tener en cuenta una exploración a conciencia y la descripción sintomatológica que ofrezca el dueño. A continuación, se practican pruebas para confirmar el diagnóstico, entre las que están las siguientes:

  • Análisis de sangre completo, que incluye hemograma, bioquímica y enzimas pancreáticas.
  • Radiografía abdominal.
  • Ecografía abdominal.
  • TLI. Un inmunoensayo de alta densidad para localizar la insuficiencia pancreática exocrina (IPE).

Una vez confirmado el diagnóstico, puede ser necesaria la hospitalización para hidratar y aplicar algún tratamiento contra el dolor.

Tratamiento para la pancreatitis en perros

El tratamiento depende de la fase en que se encuentre la afección y de su gravedad. Hay veces en que se encuentra la causa mediante una biopsia, lo que hace recomendable la cirugía. Con ella se elimina el tejido dañado y se llega a solucionar el problema. En otras se trata de casos leves con escasa deshidratación. Entonces, los líquidos se pueden suministrar con una inyección subcutánea, por ejemplo.

Pese a todo, el hecho de que la etiología suela ser desconocida hace muy complicado lo que sería ideal, es decir, tratar la causa desencadenante. Por lo tanto, se pasa a un enfoque sintomatológico.

Tratamiento médico para controlar la inflamación y aliviar los síntomas

El tratamiento de la pancreatitis en el perro desde un enfoque farmacológico y sintomatológico incluye la administración de analgésicos, antiinflamatorios y la fluidoterapia intravenosa. Cuando son necesarios, también se suministran antibióticos. Esto es, sobre todo, en casos de infección concurrente (cuando coinciden dos o más).

Así, los analgésicos combaten el dolor intenso, mientras que la hidratación por vía intravenosa se lleva a cabo para mantener el equilibrio normal de líquidos y electrolitos. De la misma forma, se busca perfundir los tejidos pancreáticos.

Por su parte, el control de los vómitos y la diarrea se realiza usando medicamentos antiinflamatorios o antieméticos.

Dieta especial para perros con pancreatitis

La dieta baja en grasas es básica para el tratamiento desde una perspectiva nutricional y de la alimentación. Hay que buscar un equilibrio, que evite la recaída en los casos más leves o los episodios más intensos en los graves, esto lo podemos conseguir con comida para perro Dogfy Diet.

De igual forma, es importante considerar que las crónicas algunas veces surgen como resultado de sensibilidades alimentarias no tratadas. Así, habrá que eliminar aquello que causa daño y probar con dietas naturales, por ejemplo, de pollo.

Cuidados y medidas paliativas para mantener la hidratación y evitar complicaciones

El especialista administra una amplia variedad de medicamentos con una finalidad paliativa o para mantener la hidratación. Entre ellos están los antibióticos, antiácidos, insulinas o protectores gástricos para evitar úlceras. Para garantizar las funciones vitales, se proporciona un tratamiento sintomático a los órganos afectados.

Entre ellos está el soporte nutricional intravenoso y la alimentación mediante sondas o jeringas en la boca.

Prevención de la pancreatitis en perros

Desgraciadamente, hay pocas estrategias preventivas ante esta enfermedad. Sí que se pueden seguir consejos como los siguientes:

  • Administrar una dieta de la máxima calidad posible.
  • Evitar alimentos procesados y altos en grasas.
  • Cuando estemos de paseo, impedir que el perro se acerque y coma de la basura o ingiera sustancias en mal estado o tóxicas.
  • Mantenerlo en un peso saludable, dentro de los estándares recomendados por los veterinarios para cada raza y edad.

Este tipo de recomendaciones tienen carácter general y contribuyen a mantener un buen estado de salud. Aumentan las probabilidades de bienestar, pero no garantizan que no aparezca un problema.

Controlar la alimentación y evitar la ingesta de grasas

Este punto está en la línea del anterior y merece la pena destacarlo debido a su gran importancia. Los hábitos saludables son determinantes y uno de sus ejes es una alimentación natural supervisada por nutricionistas, y que esté 100% adaptada a su caso y necesidad. De ella hay que eliminar cualquier producto procesado.

Así contribuyes a aumentar su esperanza de vida, refuerzas su sistema inmunitario, haces que tenga una mayor vitalidad y previenes enfermedades.

Evitar el consumo de ciertos alimentos tóxicos para perros

Con carácter general hay que evitar alimentos que resultan tóxicos, sobre todo cuando el animal tiene alguna alergia o intolerancia. Esto es aún más importante en estos casos, en los que hay una relación entre la alimentación y el avance de una enfermedad.

Los piensos industriales y procesados podrían ser perjudiciales y por eso se recomienda una alimentación 100% natural.

Controlar las enfermedades subyacentes como la diabetes y la obesidad

La diabetes y la obesidad forman una combinación muy nociva, que tiene correlación con la pancreatitis. De ahí la importancia de una alimentación equilibrada, natural y baja en grasas. Incluir fibra, aceite de oliva y evitar cereales son algunos de los consejos clave para seguir.

El ejercicio físico habitual también beneficia en la mayoría de los casos, a menos que esté contraindicado por alguna razón veterinaria.

Conclusiones y recomendaciones finales sobre la pancreatitis en perros

Conclusiones y recomendaciones finales sobre la pancreatitis en perros

Como conclusión, la pancreatitis aguda tiene un pronóstico más optimista de recuperación completa. Por otro lado, la crónica incluye cambios que, normalmente, desembocan en insuficiencia pancreática exocrina o incluso a diabetes mellitus.

En todo caso, con una intervención rápida y eficaz, la mayoría de las veces acaban en recuperación sin secuelas a largo plazo. Sin embargo, con episodios graves o recurrentes se pueden cronificar problemas, como la digestión dificultosa o los dolores abdominales. Además, se tiene más probabilidad de desarrollar enfermedades relacionadas.

Para tratar esta afección, a veces es necesaria una hospitalización que varía en tiempo y tratamientos según la gravedad. En general, se interviene para combatir el estado de deshidratación, para frenar los vómitos y para estabilizar al paciente lo antes posible. Esto llega a incluir la alimentación por métodos intravenosos.

Estar al tanto de todas las opciones de prevención y tratamientos contribuye a evitar largos procesos que puedan tener un desenlace negativo.

Como hemos visto, la pancreatitis en perros es un proceso inflamatorio que requiere tratamiento y en ocasiones la hospitalización, ya sea de pocos días o de periodos más largos.

Una vez que cuente con el alta, el animal podrá seguir su vida normal a menos que, como hemos indicado, se hayan experimentado fallos sistémicos que le hayan dejado secuelas. En los casos crónicos, hay periodos tranquilos y otros de malestar más evidente y brotes agudos que incluyen dolores y molestias variados.

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Preguntas frecuentes

¿Qué síntomas de la pancreatitis en perros diferencian la aguda y la crónica?

La primera consiste en un brote puntual intenso que aparece de forma repentina, sin que antes hubiera aparecido la afección. La segunda se desarrolla con el tiempo y hay periodos en los que no se nota. No obstante, sí que, en ocasiones, se dan episodios repetidos de pancreatitis aguda. Los síntomas de la pancreatitis en perros, tanto de la aguda como de la crónica, tienen niveles graves o leves. En ambos casos se experimenta dolor.

¿Si mi perro se muestra débil y no bebe agua, podría tener pancreatitis?

Podría tenerla o no tenerla, porque esos síntomas también corresponden a otras dolencias. Cualquier perro letárgico que no beba o no retenga el agua se expone a deshidratación. En todo caso, hay que buscar la ayuda de un veterinario para tener un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado.

¿La pancreatitis en perros se cura?

Si te preguntas si la pancreatitis en perros se cura, la respuesta es que sí, pero no siempre. Hay tratamientos con ese objetivo y que tienen como ejes la dieta y la administración de nutrientes. A veces, es necesaria la hospitalización.

¿Qué pronóstico tienen los perros con pancreatitis?

Depende de la gravedad de la enfermedad. Solo se puede saber tras una consulta con el veterinario. Hay casos leves y otros que incluyen fallos orgánicos múltiples. En los primeros, el pronóstico es muy bueno, mientras que en los segundos puede acabar incluso en el fallecimiento del perro.

Otras consecuencias de este proceso son las cicatrices en el tejido pancreático, diabetes mellitus o insuficiencia pancreática exocrina. Esta última ocurre como resultado de que el páncreas no puede producir una cantidad suficiente de enzimas digestivas.

En última instancia, la rapidez del diagnóstico y el tratamiento influyen de forma decisiva en el éxito del resultado.