Otitis en Perros: Causas, Síntomas y Tratamiento

La otitis en perros se diagnostica de manera relativamente habitual. De hecho, supone entre un 10 % y un 20 % de todas las consultas veterinarias. Consiste en la inflamación de alguna de las partes que componen el aparato auditivo y conlleva una serie de consecuencias, que, incluso, llegan a producir sordera. Además, implica un proceso muy doloroso y molesto que afecta a la vida diaria y al carácter, que acaba generando ansiedad o fatiga crónica, entre otras patologías. Comopapi o mami perruno, es recomendable que estés al tanto de las causas, síntomas y tratamientos para prevenirla y combatirla con eficacia.

¿Qué es la otitis en perros y cómo se produce?

El conducto tubular del oído externo que dirige el sonido hacia el tímpano se denomina canal auditivo. Su trastorno más común es la otitis externa, que ocurre cuando la capa de células que lo recubren se inflama.

A consecuencia de ello, observamos diferentes síntomas en los perros como sacudidas de cabeza, enrojecimiento de la piel, hinchazón o incluso mal olor. También tiende más rascarse y aumentar la secreción y las escamas en la piel. Según su origen, tiene una duración determinada y unos efectos concretos, ya sean breves o prolongados, y en uno o en ambos oídos.

Se dan circunstancias que predisponen a sufrirla, que incluyen la forma de los pabellones auriculares o los canales auditivos. Dependiendo del diagnóstico, requerirá tratamientos puntuales, a largo plazo o hasta de por vida.

Así, esta inflamación, normalmente, aparece en la parte externa del conducto auditivo. De hecho, los perros con otitis presentan afecciones constantemente en el pabellón auricular y el conducto auditivo, que se encuentran en la zona exterior de la oreja. Otra posibilidad es que el problema se localice en la parte media, en las llamadas bullas timpánicas. La zona interna también es susceptible de sufrir este tipo de procesos.

Las infecciones secundarias son una de sus consecuencias habituales. Eso, sumado a factores añadidos, llega a causar perforación de la membrana timpánica, que deriva en otitis media concomitante y cronificación del cuadro clínico. Como resultado, existe el riesgo de sufrir cambios patológicos que no es posible revertir. Tratarla requiere averiguar sus causas primarias y secundarias, al tiempo que conocer los factores que la perpetúan y predisponen a ella.

Síntomas de la otitis en perros

Los síntomas de la otitis en perros te alertan de que algo les está ocurriendo, que les produce ansiedad, inquietud o dolor. Los más habituales y visibles son:

• Nerviosismo y acción repetida de rascarse las orejas. Cuando notas un comportamiento atípico por excesivos movimientos intranquilos y ves que se rascan demasiado.
• En la misma línea que lo anterior, las sacudidas de cabeza demasiado seguidas pueden denotar un problema. Las da porque le pica o le duele la oreja y trata de aliviarse. Sin embargo, el efecto no será el deseado y lo único que logrará es deteriorar su pelaje y dañar su aparato auditivo. Actúa con celeridad para que las cosas no lleguen a mayores.
• Si al acariciarle la cabeza y pasar la mano por sus orejas notas que se aparta o resiente, no lo dejes pasar y llévalo al veterinario. Este tipo de comportamiento también lo notarás cuando ladra o incluso cuando come, ya que al mover la mandíbula el dolor del oído se intensifica.
• Aparición de rojeces y de inflamación en el área del canal auditivo. A veces, cuando sus orejas son grandes y lo tapan, hay que hacer una exploración visual. Si la inflamación está muy avanzada, podrás ver claramente cómo hay partes hinchadas y rojas que a veces, incluso, supuran. En estos casos, el proceso ya se ha desencadenado hace un tiempo y la infección reviste una cierta gravedad.
• Las secreciones, el mal olor, las heridas o la falta de pelo en la zona son, igualmente, señales de alarma. Indican una evolución notable, por lo que debes tomar medidas rápidas.
• Pérdida del equilibrio o la audición.

Causas de la otitis en perros

Conocer el origen sirve enfocar el tratamiento. Los motivos tienen, en ocasiones, una naturaleza primaria, mientras que otras son secundarias. En el primer caso, se engloban las alergias, endocrinopatías, ectoparásitos, objetos introducidos o dolencias inmunomediadas. En el segundo se agrupan las infecciones de bacterias Gram-positivas o Gram-negativas o por hongos.

Sumado a eso, hay factores predisponentes y perpetuantes. Entre los primeros están, por ejemplo, la conformación anatómica, es decir, orejas colgantes o estrechez de conductos. Entre los segundos hay cambios patológicos causados por enfermedades.

Infecciones bacterianas y fúngicas

Existen varios microorganismos y hongos que provocan infecciones, ya sean, respectivamente, bacterianas o fúngicas, también denominadas micosis. Los tejidos del aparato auditivo se ven atacados por estos en forma de bacterias como la Staphylococcus, Proteus o Pseudomonas aeruginosa. En el caso de los hongos, la más habitual es la levadura Malassezia.

Alergias y reacciones de hipersensibilidad

Numerosas alergias, bien sean alimentarias o atópicas, pueden desencadenar un proceso de estas características por una especial sensibilidad de la piel. En este sentido, ácaros como el Demodex, el Otodectes cynotis y el Sarcoptes scabiei pueden ser los responsables de reacciones cutáneas adversas.

En cachorros y perros de corta edad, se dan, mayoritariamente, por el citado Otodectes cynotis. No obstante, los ectoparasiticidas orales o en spot-on logran combatir su aparición. Lo mismo ocurre con determinados alimentos, sustancias como el agua sucia, el jabón y algunos productos higiénicos, así como compuestos en mal estado.

Objetos extraños en el oído

La introducción accidental de artefactos, partes de plantas, residuos o cualquier otro objeto posibilitan una infección de este tipo. Al jugar en espacios abiertos pueden introducirse gramíneas, semillas o espigas, por ejemplo.

Enfermedades subyacentes

Cuando padece otras dolencias, estas pueden determinar el desarrollo de la infección en el aparato auditivo. Entre ellas se dan las del sistema inmune o endocrinas o pólipos, que predisponen a que aparezca. Los perretes de mayor edad son los más proclives a esta circunstancia.

Diagnóstico de la otitis en perros

El tratamiento requiere un abordaje integral y, en ocasiones, multidisciplinar que localice los motivos y aspectos desencadenantes de la patogenia de la otitis. Esta patogenia involucra causas primarias y secundarias, así como factores predisponentes y perpetuantes.

Cuando se produce una primera visita al veterinario por otitis, conviene practicar una anamnesis detallada. A eso hay que añadir una exploración física y dermatológica, con examen otoscópico y obtención de muestras con hisopo.

En algunas situaciones, también es recomendable un cultivo microbiológico. No obstante, este no siempre se recomienda, ya que no permite diferenciar entre bacterias comensales residentes, sobrecrecimiento y organismos infecciosos.

Pautas del diagnóstico de la otitis en perros

Un procedimiento veterinario adecuado determinará el enfoque diagnóstico mediante los siguientes pasos:

• Exploración clínica.
• Exploración con el otoscopio.
• Evaluación microscópica.
• Pruebas de diagnóstico por imagen.
• Miringotomía o pequeña incisión en el tímpano.

En este sentido, existen pruebas de imagen para la evaluación de la zona, como:

• Radiografía.
• Ecografía.
• Tomografía computarizada.
• Resonancia magnética.

Si la afección es aguda, el especialista debe estudiar el historial clínico y elaborar un informe preliminar enumerando posibles causas primarias, lo que requiere una investigación en profundidad del paciente.

Tiene que aclarar si existe una predisposición, dado que hay razas más proclives. La causa es su conformación del pabellón auricular y su conducto auditivo externo, además de susceptibilidad genética hereditaria. Entre ellas están:

• Cócker spaniel.
• Caniche.
• Pastor de los Pirineos.
• Labrador retriever.

El estudio veterinario refleja los síntomas detectados, ya sea por la observación directa o por el relato del dueño, como olores, rojeces o secreciones. Asimismo, es bueno tener presente que cuando hay un cuadro agudo unilateral es probable que la causa sea un objeto introducido de manera accidental. La bilateral crónica sugiere otras etiologías, como alergias.

Otra consideración veterinaria clave es el estilo de vida del perro. Cuando sale habitualmente al campo o nada, por ejemplo, corre riesgo de disbiosis o desequilibrio microbiano.

Entre otros factores que se deben considerar están:

• Brotes estacionales.
• Tratamientos tópicos previos.
• Reacciones farmacológicas adversas.
• Infección resistente.

Tratamiento para la otitis en perros: ¿qué opciones existen?

El tratamiento de otitis en perros puede establecerse de distintas formas. Está el enfoque preventivo y, una vez desarrollada la enfermedad, existen opciones de abordaje de la sintomatología y de cuidados paliativos.

Tratamientos médicos para controlar la infección y aliviar los síntomas

En la mayoría de las situaciones, se administran gotas para perros con otitis o analgésicos para calmar el dolor. Además de ello, hay medicamentos para combatir las infecciones bacterianas. Son antibióticos como:

• Augmentin (amoxicilina-clavulanato).
• Enrofloxacina.
• Cleocina (clindamicina).
• Cefpodoxima.

En casos de inflamación aguda, se administra cortisona para reducirla.

Cuidados y medidas paliativas para mantener la higiene y evitar complicaciones

Es posible realizar toda una serie de cuidados para aminorar los efectos, que van desde la aplicación de medicinas al drenaje de zonas que supuran. También hay estrategias que incluyen enjuagues del oído medio o los disolventes del cerumen.

Por otro lado, los hábitos saludables y de higiene son muy recomendables para mantener la zona seca y evitar posibles golpes o introducción accidental de cuerpos extraños. Así pues, en momentos como la hora del lavado, la cabeza siempre ha de estar protegida.

Lo mismo ocurre en los paseos, sobre todo, en zonas exteriores con maleza, arbustos o mucha vegetación o insectos.

Existen cuadros clínicos que combinan varias dolencias asociadas. En ellos se aplican productos farmacológicos o tratamientos para dolencias aparejadas como:

• Eritema.
• Edema.
• Exudación.
• Costras.
• Alopecia en la cara y el hocico.
• Dermatitis atópica.
• Pododermatitis.
• Pioderma superficial.

Prevención de la otitis en perros

Prevenir es la clave para evitar enfermedades, aunque siempre existe un riesgo inherente. Por lo tanto, siendo conscientes de ello, debemos enfocar el cuidado con una aproximación multifactorial, que incluya un ambiente adecuado, higiene, alimentación, protección y control veterinario.

Mantener la higiene del oído y evitar la acumulación de humedad

La limpieza cotidiana con las protecciones necesarias es fundamental para una buena salud del conducto auditivo, sobre todo, en las partes externas. Por tal razón, hay que evitar la humedad, especialmente, cuando la raza es de orejas largas y caídas.

El secado tiene que ser a conciencia. Tienes que asegurarte de que no queda rastro de agua o cera después de cada baño.

Proteger los oídos de objetos extraños y lesiones

A la vuelta de cada paseo, conviene revisar las orejas de manera cuidadosa. Asegúrate de que no se le han colado cuerpos extraños, hojas secas, insectos o cualquier otro objeto. Para ello, usa los productos especialmente indicados por los especialistas y evita siempre los bastoncillos.

Controlar las alergias y enfermedades subyacentes

Cuidar y proteger supone controlar las alergias y otras enfermedades que puedan derivar en complicaciones del oído. Por eso, acude a revisiones veterinarias periódicas. Asimismo, presta atención a los síntomas mencionados y, como cuestión básica, cuida su alimentación, ya que es especialmente importante si padece alergias, intolerancias o tiene piel atópica.

Conclusiones y recomendaciones finales sobre la Otitis en Perros

Como ves, el cuidado constante y adecuado, sumado a la detección de síntomas en las primeras fases clínicas ayuda a frenar el desarrollo. Este padecimiento suele resultar muy molesto y alterar la vida e incluso la fisionomía, por lo que es crucial vigilar su posible aparición.

Algunas consecuencias se manifiestan en alopecia localizada, ansiedad, dolores intensos o complicaciones de salud por infecciones. En ese sentido, la detección precoz y la intervención ágil y efectiva puede acabar con problemas posteriores que se prolonguen en el tiempo.

La idónea vigilancia de la salud conlleva una serie de costumbres, enfocadas a la observación directa. Ya sabes que, aunque tu perro no sea capaz de comunicarse contigo hablando, sí que emite unas señales sobre su estado físico y anímico. Es bueno que las conozcas y las comprendas.

La alimentación y la higiene, factores clave

La otitis es posible evitarla con la aplicación de hábitos saludables, como una alimentación natural supervisada por nutricionistas, que elimine cualquier producto procesado. Con ello, no solo consigues que disfrute de una mayor esperanza de vida y mejoras sus condiciones generales de salud. También previenes este tipo de enfermedades, cuyas causas son multifactoriales.

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Ten siempre en cuenta que las personas expertas en medicina veterinaria son las que mejor abordan este tipo de problemas. No obstante, como dueño, estás en disposición de impedir que se produzcan situaciones de riesgos. En este sentido, la información es básica para poner en práctica acciones efectivas que redunden en la calidad de vida y salud general.

La otitis en perros es una afección que suele alterar por completo su comportamiento y bienestar. Para impedirlo, introduce rutinas que contribuyan a su cuidado y a la prevención de comportamientos arriesgados.

Preguntas frecuentes

¿Tiene la otitis en perros tratamiento casero?

Sí, la otitis en perros tiene tratamiento casero. No obstante, siempre debe ir en combinación con las indicaciones del veterinario para aliviar posibles síntomas y frenar la enfermedad. A veces, se administran antibióticos, cortisona, gotas para el cerumen o productos para la dermatitis atípica. Para que haya efectividad, el veterinario debe estudiar bien los componentes del fármaco tópico.

Son muchos los factores implicados. Por ejemplo, el corticoesteroide que se aplique está relacionado con la cantidad de edema o eritema.

¿Puede quedarse sordo un perro con otitis?

En caso de no intervenir en las primeras fases y dejar avanzar la infección, puede desembocar en complicaciones graves. Una de ellas es la sordera, por los daños que se producen en el tímpano. Si el proceso se desarrolla en un solo oído y se pierde la audición, esta podría compensarse con el otro. No obstante, la situación es aún más grave si se sufre en ambos oídos, de ahí la importancia de un diagnóstico precoz y un tratamiento efectivo.

¿Qué no debes hacer nunca si tu perro tiene otitis?

No le limpies los conductos auditivos con bastoncillos. De esa manera, conseguirías el efecto contrario al deseado y podríamos complicar la situación. Los mayores riesgos de esta práctica son la acumulación del cerumen en las partes interiores de su canal auditivo y la generación de daños en su tímpano. Por tanto, evita siempre este tipo de soluciones.

¿Cómo reconocer la gravedad de la otitis de tu perro?

Si la infección se encuentra avanzada y el estado es grave, verás síntomas como supuraciones, secreciones y constantes sacudidas de cabeza. También se rascará, aunque, probablemente, notes como lo hace con cuidado, debido al dolor que le causa el contacto con esa zona.

Además, si le duele al comer, ladrar o mover la mandíbula por la razón que sea, las probabilidades de estar ante una otitis crónica grave serán bastante altas. De ser así, recomendamos recomendar al veterinario lo antes posible.